Las obras del mirador de la Costa de los Pinos, en el municipio de Son Servera, están ya en su fase final y podrían estar definitivamente acabadas en apenas un mes. El emblemático lugar, que marca el final de la urbanización, ha sido el centro de una gran reforma, sobre todo debido al mal estado en que se encontraba la valla que separa la carretera del acantilado, colocada en la década de los sesenta, paralelamente a la construcción de la mayoría de viviendas.
Según había anunciado inicialmente el Ayuntamiento sustituirla suponía un coste de unos 40.000 euros, mientras que el novedoso proyecto que incluye una pasarela de unos 65 metros lineales sobre una superficie de acero que sobresale sobre el acantilado con preciosas vistas al mar, salió a licitación por 130.000 euros, aunque finalmente la obra fuera adjudicada por 95.000 euros.
A pocos días de la finalización de las obras, estas parejas ya han demostrado que no lo harán, prefieren seguir mirando al mar para cerrar definitivamente sus candados y así ya esta sucediendo. Este fin de semana ha sido mucha la gente que se ha acercado hasta el lugar para contemplar las hermosas vistas a la bahía o incluso declarar su amor. Para ello han sobrepasado el cercamiento metálico que impide el paso a las obras y hecho caso omiso de las indicaciones de prohibido el acceso.
Si en un principio se pensó solamente en substituir la verja oxidada, pronto se comprobó que la reforma debía ser algo más ambiciosa si quería perdurar. Para ello se ha construido, en paralelo a la zona de la carretera donde los vehículos realizan el cambio de sentido viario, unos metros por debajo de la avenida y sobresaliendo en el acantilado, una plataforma de madera de unos 65 metros, colocada sobre una estructura de metal donde se encuentra también, y de forma lineal, un banco de hormigón prefabricado y una barandilla de protección para los viandantes.
Así los usuarios de la plataforma podrán observar la inmensidad y el horizonte de la bahía de Son Servera, con Cala Millor a su derecha. Se accede a ella a través de unos escalones situados al final de la avenida del Pinar, justo donde está un muro de protección para vehículos.
Del mismo modo se prevé que la iluminación sea a base de tiras led situadas bajo el banco de hormigón, lo que dotará al conjunto de una suave luz, sin contaminación lumínica y con un bajo consumo. Se instalarán placas de señalización paisajística y conmemorativa.
