El proyecto de urbanización del muelle de Marinería, en el Port de Sóller, ha tenido que ser revisado parcialmente después de que el ministerio de Defensa alegara que afectaba a la defensa nacional al estrangular la salida del puerto militar.

El proyecto ha sido modificado para atender los requerimientos de Defensa mediante la reubicación de los amarres de mayor eslora, que serán recolocados en otro extremo del muelle para no interferir las aguas que están bajo la jurisdicción de la Armada. Según explicó el director general de Ports de Balears, Xavier Ramis, el proyecto fue revisado tan pronto el organismo que dirige tuvo conocimiento de las objeciones que formuló el Ministerio durante la fase de exposición pública del proyecto.

Ports de Balears y la concesionaria del muelle, Marina Tramontana, ejecutarán un proyecto conjunto valorado en cuatro millones de euros. Las obras comenzarán a ejecutarse a partir del próximo mes de octubre "para no interferir en la temporada turística", precisó Ramis.

Por su parte, Marina Tramontana, ejecutará su proyecto, valorado en otros 2'6 millones, con el que levantará varios edificios destinados a los cruceristas que hacen escala en el Port de Sóller. Albergará un restaurante, servicios para los navegantes, un bar y una piscina.

Grandes embarcaciones

Precisamente el proyecto elaborado por Marina Tramontana es el que tuvo alegaciones de Defensa, en tanto que en la distribución de los amarres alrededor del muelle había previsto ubicar las embarcaciones de mayor eslora junto a las instalaciones colindantes de la estación naval del Port de Sóller. Esta distribución podría afectar a la maniobrabilidad de las embarcaciones militares que arribaran a la estación naval.

El muelle de Marinería ocupa una superficie de 8.000 metros cuadrados que fueron cedidos al Govern para su uso público en 1998.