La empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) reducirá frecuencias de tren y metro en los días laborables a partir de mañana viernes, lo que en algunos casos se traducirá en un aumento del tiempo de los trayectos entre Palma y las otras estaciones del corredor ferroviario y en cambios horarios con respecto a los cuadrantes actuales. En pleno conflicto entre empresa y trabajadores, que mantienen diferentes jornadas de huelga durante este mes (la próxima prevista para hoy), el anuncio de SFM cogió por sorpresa a usuarios y personal de la empresa pública.

El cambio más significativo afecta a los trayectos entre la estación intermodal de Palma y las localidades de Inca y sa Pobla, y viceversa, que a partir de ahora realizarán parada en todas las estaciones ubicadas entre Palma y Marratxí para compensar la reducción de trayectos de la línea 2 de metro, que hasta la fecha conectaba las ocho estaciones intermedias entre la intermodal y la de Marratxí. El M2 prestará servicio con un trayecto cada hora.

La eliminación de los trayectos semidirectos entre Palma, Inca y sa Pobla implicará que los viajes hacia alguno de estos destinos durarán entre cinco y seis minutos más, según el Govern, aunque la asociación de usuarios del ferrocarril asegura que se perderán "entre diez y doce minutos".

En este sentido, la reestructuración tendrá que "compensar" este agravio a los usuarios mediante un adelanto de cinco minutos en la hora de partida de estos convoyes desde Palma. En cambio, los trenes que saldrán desde Inca o sa Pobla no sufrirán ninguna alteración y mantendrán los mismos horarios.

Del mismo modo, los trenes entre Palma y Manacor tampoco sufrirán ninguna variación con respecto a la actualidad y serán semidirectos entre las estaciones de Palma y Marratxí.

Las llamadas líneas exprés entre la intermodal de Palma y la estación de Inca, que únicamente realizan paradas en la estación de Marratxí, mantendrán sus tres trayectos matinales diarios en ambos sentidos, aunque dos de las tres salidas desde Palma se avanzarán cinco minutos, mientras que los trenes que salgan desde Inca adelantarán el horario en tres minutos en dos de los tres servicios.

Reestructuración "provisional"

En declaraciones a este diario, el director general de Movilidad y Transportes del Govern, Jaume Mateu, explicó ayer que se trata de una "reestructuración forzada" debido a la falta de maquinistas suficientes para prestar un buen servicio. Precisamente, la falta de maquinistas es uno de los puntos más conflictivos del desencuentro entre plantilla y empresa ferrovia, y su déficit provoca continuas suspensiones de trayectos programados, creando desconcierto entre los usuarios del tren.

Mateu señaló que la reestructuración tiene el objetivo de "dar estabilidad", ajustando el servicio a los recursos existentes, y admitió que la decisión de reducir el servicio público no es del agrado del actual Govern progresista, que siempre ha enarbolado la bandera del transporte público. "No nos engañemos, no es una decisión que nos guste tomar, pero es provisional mientras no se resuelva el problema de falta de plantilla", indicó. Mateu reconoce que faltan veinte maquinistas para prestar un servicio adecuado, aunque reiteró que el proceso de ampliación de la plantilla no puede quedar al margen del de las otras empresas públicas.

El director general aseguró que la mayoría de usuarios "no notarán la diferencia", aunque "posiblemente los trenes vayan más llenos de gente, lo que se compensará con más vagones".

Por su parte, los trabajadores de SFM expresaron ayer su "sorpresa" por la reestructuración, que calificaron de "incomprensible e inaceptable". Calculan que los cambios supondrán la eliminación de unos 60 trayectos y una reducción del 30 por ciento de las frecuencias, lo que "significa que se dará un peor servicio". "Es como si asumiesen el horario de verano durante todo el año", lamentaron.

La asociación de usuario del ferrocarril también denunció que la medida del Govern empeorará el servicio en una época de conflicto entre empresa y trabajadores. Los viajeros se declaran "cansados" con una situación que se prolonga en el tiempo. "No entendemos la política de reducir transporte público ni tampoco la actitud de los trabajadores del tren", apuntaron.