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Orden de los Dominicos

La iglesia des Convent cumple 400 años

El conjunto religioso más antiguo e importante de Manacor, fundado por la orden de los Dominicos, celebra este año sus primeros cuatro siglos con algunas restauraciones pendientes

Fachada con reloj, de principios del siglo pasado.

La iglesia des Convent de Manacor cumple cuatro siglos. Iniciada su construcción en 1597, el templo más significativo del municipio forma parte del conjunto del claustro de Sant Vicenç Ferrer, lo que queda de la gran extensión clerical que los frailes Dominicos tuvieron antes de la desamortización de Mendizábal.

La primera comunidad Dominica de Manacor quiso que su iglesia llevase el título del taumaturgo que predicó en la ciudad, según la documentación histórica, allá por el año 1413. En principio, en 1487 se levantó en su honor una cruz de piedra que hoy se encuentra en la entrada de un portal lateral de la parroquia de els Dolors.

Abierta finalmente al culto en 1617, es la típica iglesia conventual mallorquina, de planta basilical en una sola nave y capillas entre los contrafuertes, con persistencia de esquemas compositivos góticos y con sentido de la moderación y austeridad. La fachada presentaba originariamente un portal adintelado bajo un arco de medio punto con la figura del santo titular. A la izquierda se alza un pequeño campanario con un acabado piramidal.

Tras distintas vicisitudes que hicieron de su construcción un constante problema, en 1769 se acordó volver a cubrir la iglesia porque su techo amenazaba ruina. En 1786 se construyó un nuevo presbiterio, paralelamente a más obras en el convento, las celdas y la sacristía. La claraboya se recompone en 1890. El interior del templo acaba siendo de estilo barroco, con bóveda de cañón, seguida con arcos de refuerzo de medio punto.

La excepción a la austeridad de la iglesia se encuentra en la Capella del Roser, una joya del barroco local que puede actuar como pequeño templo interior con sus propios retablos, capillas y altar, con un espacio arquitectónico ricamente esculpido.

En 2013, se llevaron a cabo unas obras de reforma enfocadas sobre todo a afianzar el suelo. Tanto el Obispado de Mallorca como los técnicos locales de Patrimonio decidieron levantar el pavimento de la capilla y afrontar el problema estructural. La sorpresa fue que bajo las baldosas se encontraron cinco antiguas criptas que se llenaron con los escombros de la vieja cúpula barroca de la capilla, que el año 1955 se tuvo que derribar porque amenazaba ruina para construir otra.

El órgano dormido

Pero lo que realmente destaca todavía hoy del templo es el órgano del siglo XVII. Con más de 2.500 tubos su sonoridad está fuera de lo normal. De su fachada de madera salen los ‘cañones’ de la batalla. Con tres teclados y un cuerpo modificado, en la actualidad se ha abierto una campaña de conciertos y donaciones porque necesita ser definido, afinado y salvaguardado como lo que es, una joya del arte de la construcción musical mallorquina.

Las referencias más antiguas a un órgano instalado en la iglesia del Convent son del 14 de agosto de 1600, unas pistas que se van repitiendo a lo largo del siglo XVIII. Su construcción se ha atribuido desde siempre a la familia Caimari, aunque existen noticias de cómo se inició una recaudación para ser instalado un órgano obra de Jordi Bosch, otro afamado artesano autóctono de la época. También se sabe que el órgano de la Orden de Predicadores Dominicos fue afinado y mantenido varias veces en 1873, 1875, 1884 y 1889.

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