Además de las conocidas reivindicaciones de nuevas escuelas en Caimari, Mancor, Bunyola, Campos y Porto Cristo, en el municipio de Santanyí está preocupando cada vez más seriamente la saturación de dos centros públicos: CEIP Blai Bonet de Santanyí y CEIP Mare de Déu de la Consolació de s'Alqueria Blanca.
En el reciente pleno del ayuntamiento de Santanyí, el alcalde, Llorenç Galmés (PP), informó de las propuestas y reclamaciones que se hicieron en el Consell Municipal de la Infància. Entre éstas, la necesidad urgente de más aulas. No en vano, Galmés apuntó que, de cara al próximo curso 2017-2018 se espera que haya más de cien nuevas matriculaciones (plazas) de niños.
Resulta que en el CEIP Blai Bonet de Santanyí , ubicado en la calle Gómez Ulla, ya hay media docena de aulas prefabricadas, también llamadas aulas modulares o barracones. El edificio tiene su valor patrimonial e histórico. En la página web de la propia escuela se explica que "nuestro colegio se localiza en un edificio singular de alto interés histórico-artístico, con planos de uno de los mejores representantes de la arquitectura noucentista en Mallorca, el arquitecto escolar Guillem Forteza, autor también del Palau Reial de Marivent". El 14 de febrero de 1926 se iniciaron solemnemente las obras. El 22 de junio de 1931, Forteza firmaba el visto bueno definitivo a la conclusión de las obras. La Escola Graduada de Santanyí comenzó a funcionar como centro escolar ya en el curso 1930-31. El 30 de abril de 1987 comenzó a llamarse C. P. Blai Bonet, en homenaje al reconocido poeta. En el libro Escola i Poble, de Miquel Barceló i Vidal, se ofrecen otros múltiples datos de interés.
La misma escuela Blai Bonet admite el problema de la falta de espacio. Hace unos años se planteó la posibilidad de construir una nueva escuela en la zona del instituto de Santanyí, en la salida del pueblo hacia Cala Figuera. La caída de un falso techo, afortunadamente sin alumnos en la clase, en aquel momento, evidenció la necesidad de emprender mejoras rápidamente.
El alcalde Galmés recuerda la cesión de una parte de la escoleta municipal, pegada al patio. A su vez, el consistorio ofrece unos terrenos al lado del actual edificio para proceder a una ampliación.
En cuanto al CEIP Mare de Déu de la Consolació, en la calle Convent, también se recurre a un aula prefabricada para la escoleta y se carece de comedor. En este sentido, Galmés reveló en el pleno que los alumnos han de comer con los platos encima de los pupitres. La necesidad de espacio es aquí también una triste realidad. Hace un tiempo se planteó la posibilidad de disponer de nuevas dependencias docentes en el área de la residencia, si bien finalmente se apuesta por mantener en el mismo sitio actual tanto la escoleta como la escuela.
Personal del consistorio santanyiner muy a menudo tiene que llevar a cabo reparaciones y adecuaciones tanto en el obsoleto CEIP Blai Bonet como en el CEIP Mare de Déu de la Consolació.
Otro trabajo que debería realizarse con celeridad, según apunta Galmés, es el pintado del instituto de educación secundaria, puesto que da "mala imagen".
En declaraciones a este diario, el alcalde aseguró que el Ayuntamiento ofrece máxima colaboración a la conselleria de Educación y Universidad del Govern balear para la redacción de proyectos, ejecución de obras u otras acciones, pese a que determinadas funciones no sean competencia directa del consistorio.
Aparte de trasladar al Govern estas peticiones, surgidas del Consell Municipal de la Infància, a la conselleria de Salud se le pide más atención médica en la Unitat Bàsica de Salut (UBS) de Cala d'Or. El equipo de gobierno conservador sostiene que ha de garantizarse un óptimo cuidado.
