La idea, aunque un tanto alocada, no deja de ser cierta. El propietario de uno de los trastes de la plaza de abastos de Manacor (oficialmente plaza Constitució y popularmente conocida como plaza de ses Verdures), sugirió este pasado miércoles en una reunión entre los comerciantes y los regidores responsables de Comercio y Agricultura, poder trasladar a todos los ocupantes de uno de los dos edificios al más cercano al centro, para que el otro (donde hay el susodicho traste ahora abandonado) y de 170 metros cuadrados de superficie pueda ser transformado en un supermercado de carácter privado, que vendiera, eso sí, productos que no hicieran competencia a las frutas, verduras y carnes ya establecidas desde hace siglos. O sea, más tipo droguería de complemento.
Sin acuerdo
Pero lo que para uno sería una oportunidad para atraer a más gente hasta la plaza, para los demás vendedores es la sentencia de muerte para un espacio, que si por algo se caracteriza es por su carácter tradicional y ecológico de proximidad. Tampoco el ayuntamiento de Manacor está muy por la labor de dejar que una empresa privada se adueñe de parte del único mercado público de la ciudad, por lo que la iniciativa parece ser que acabará su recorrido antes de empezarlo.
A la espera de la pescadería
Por otra parte el consistorio ya se ha puesto en marcha para que, una vez termine el informe patrimonial pertinente, dentro de aproximadamente un mes y medio, se puedan licitar las obras de reforma de la pescadería municipal, abandonada desde hace años.
