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Patrimonio

El Plan Integral del Claper des Gegants aboga por la recuperación y el uso turístico y cultural

La involucración de voluntarios, bajo la coordinación de arqueólogos, resulta clave en esta ilusionante iniciativa

Diferentes elementos conforman un yacimiento de notable interés. A. C.

Rafael Fernández, alcalde de Capdepera, asegura que antes de que termine la legislatura se habrá recuperado uno de sus yacimientos más emblemáticos: Es Claper des Gegants. Capdepera es un municipio rico en vestigios arqueológicos. Más de 40 documentan la época prehistórica y las primeras etapas históricas. Existen restos del mundo funerario pretalayótico, como las cuevas artificiales localizadas cerca de las casas de Son Jaumell y, también, naviformes como las de sa Torre de Canyamel, a los pies de la sierra de Sant Jordi. Significativa fue la de la finca de Son Favar, al sur de la localidad, donde el arqueólogo Lluis Amorós localizó cuatro pequeñas esculturas de bronce que presentan una divinidad bélica. Estas piezas son conocidas como els guerrers de Son Favar.

El yacimiento que nos ocupa, es Claper des Gegants, está situado en terrenos de s´Heretat. Con este nombre aparece siempre citado en la bibliografía arqueológica mallorquina como talaiot. Fue excavado a finales del siglo XIX por Joaquín Quint Zaforteza i Crespí de Valldaura. El prehistoriador francés Emile Cartailhac, en 1888, se desplazó a Balears para estudiar los monumentos prehistóricos, visitándolo y publicando los resultados de sus trabajos en su obra Manuments primitifs des Iles Baleàres. El archiduque Luis Salvador apunta, también, su nombre y situación.

El consistorio gabellí apuesta por el Pla Integral 2016-2030. Y agradece la activa implicación de voluntarios, bajo coordinación de arqueólogos, en tareas de limpieza y otras actuaciones, para la adecuación a la visitas turísticas y otros objetivos, como la óptima interpretación como poblado talayótico en su conjunto (ocupación aproximada de 5.000 m2), en zona ANEI.

Precariedad económica

La arqueología mallorquina, a lo largo de esta última centuria, ha estado enormemente condicionada y limitada por la precariedad económica en que ha debido desenvolverse, así como de la nula o escasa protección de los reductos abandonados, salvo excepciones, a su suerte y convertidos en escombros y vegetación, impidiendo la visualización de las construcciones que, total o parcialmente, permanecen en superficie. Es Claper des Gegants fue declarado monumento histórico-artístico por Decreto 2563/1966, pasando a ser considerado Bien de Interés Cultural con la entrada en vigor de la Ley 16/1985, del Patrimonio Histórico Español, cuya competencia fue transferida a la conselleria de Cultura de la Comunidad Autónoma en 1983.

Los restos de este poblado están situados a unos quinientos metros de la possessió de Son Cabila, al pie de la vertiente meridional de la elevación conocida como sa Tortuga. El acceso al lugar puede realizarse a través de la carretera que desemboca en la playa de Canyamel y conduce a las cuevas de Artà, en cuyo km. 7,5 parte un camino carretero hacia al indicado predio. Una vez allí, debe tomarse el sendero de herradura que se dirige al NE llevándonos al yacimiento. Si, con el tiempo -y así lo pregonó en una reciente entrevista a este diario, el alcalde de Capdepera- se abre definitivamente el vial unitivo entre sa Font de sa Cala y la zona de la que hablamos, facilitará sobremanera el acceso al talaiot y resultará un atractivo a añadir al complejo residencial de nuevo cuño Hyatt Park que tiene, prácticamente, su situación adyacente a los aledaños del entorno arqueológico, que continúa siendo la única construcción que puede verse con cierta facilidad. Los restos de las demás estructuras arquitectónicas aparecen y desaparecen por entre la vegetación y los escombros; poco puede decirse de ellas, salvo que existen, que únicamente son visibles algunos de sus elementos, que están diseminados en una extensión de, aproximadamente, 2.500 m2.

El talaiot es de planta circular, con un diámetro en su parte más alta de once metros. El grueso de sus muros oscila entre 2 y 3 metros, alcanzando la cámara del edificio, también en el punto más elevado, 5 metros y medio de diámetro. Presenta un corredor que atraviesa perpendicularmente el muro, pudiéndose acceder a él a través de una pequeña puerta abierta en el contrafuerte interior, sin que pueda afirmarse si ésta es la primitiva o existe otra, lo que impide cerciorarse al aparecer el extremo opuesto cegado.

El proyecto de actuación del Claper contempla, a propuesta del ayuntamiento de Capdepera, la limpieza del poblado y su posterior excavación arqueológica, aprovechando los trabajos que en 1989 dirigió la arqueóloga Lourdes Mazaira. Por tanto, la prospección imprescindible dará el resultado definitivo para la programación y su correcta planificación. El lugar donde se localiza está ocupado por un carrizal espeso, particularmente denso en algunos puntos, donde la concentración de arbustos, matorral leñoso y el mismo carrizo, siempre dominante en esta zona vegetal, impide el tránsito.

Protección fundamental

Las precipitaciones anuales son relativamente bajas en el valle de Canyamel, pero su distribución a lo largo de los 365 dias, es muy irregular y, este hecho, hace particularmente peligrosos los aguaceros intensos de otoño y primavera. La protección y conservación del subsuelo es fundamental puesto que alberga los restos de la cultura material de una comunidad prehistórica isleña y, lo que es tanto o más importante al decir de historiadores y arqueólogos que se han interesado por el poblado desde el pasado siglo, es la disposición de los mismos que sólo puede ser detectada mediante el desbroce controlado, clareando las espesuras, sin dejar ningún punto totalmente al descubierto y limitando la limpieza al mínimo imprescindible.

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