En una época en la que las pequeñas empresas de Mallorca topan con obstáculos muchas veces insalvables para subsistir y las grandes firmas industriales y los comercios tradicionales de la isla emigran a otras latitudes o bajan la barrera, constituye todo un alivio comprobar que queda alguien decidido a cimentar mejor su posición, su inversión y su línea de trabajo cualificado. Se trata de una farmacéutica radicada desde hace 25 años en Consell. El edificio que inauguró ayer le sitúa en la vanguardia de la capacidad productiva en una materia muy específica pero, sin duda, también contribuye a sanar el panorama industrial de Mallorca enfermo por sobredosis de monocultivo turístico.
Cuando las miradas sociales y los comportamientos industriales y laborales se centran prácticamente en exclusiva sobre los hoteles a rebosar y el alquiler turístico, una empresa desvinculada del negocio del ocio demuestra que es posible mejorar inversión y rentabilidad. Lo que debería ser normal y rutinario se ha vuelto excepcional. Hasta lo ha reconocido el presidente del Consell, en el acto de inauguración de ls nuevas instalaciones. Insistió en que es necesario diversificar el modelo productivo de Mallorca aquejado de debilidad por monocultivo.
