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Sa fira

El precio de la insolidaridad lo pagamos todos

Los árboles situados ante la antigua escuela de Baix. Pep Córcoles

La imagen que puede usted ver a la derecha, amigo lector, corresponde la antigua entrada a una casa rural de Inca -hoy abandonada y medio derruida, como tantos vestigios de nuestra pretérita actividad agrícola- situada junto al antiguo y conocido camino de Son Bennàssar. Ese paraje rural era hace solo unas décadas un hermoso lugar por donde pasear, donde aún se veían viejas acequias y pequeños torrentes circular entre fincas de huertos. Donde aún había bosquecillos de encinas en los que se encontraban deliciosos picornells. Hoy, la construcción de la autopista ha provocado un cambio total. Los caminillos y acequias han quedado cortados. Eso hace que cuando lluve mucho, el agua tome la calzada del camino asfaltado como lecho de torrente. Y, por cierto, las últimas lluvias lo han dejado destrozado. Pero además, en muchos puntos como el de la foto observamos la muestra de la insolidaridad de los urbanitas que por no llevarlo al punt verd lo dejan en estos auténticos punts negres. Luego el Ayuntamiento, cuando se cansa de recibir quejas, manda a los operarios de la brigada y, con los impuestos de todos, se procede a la recogida y eliminación.

Poda de las viejas moreras del Casal de Cultura

Dentro de las obras de reorganización y arreglos que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Maria de la Salut con la ayuda del personal del SOIB, se ha procedido a la poda de las viejas moreras que se encuentran frente al Casal de Cultura del municipio, antes escuela de Baix o de Nines, según informa Biel Bergas. Los trabajos los están llevando a cabo parados de larga duración que han optado a un empleo temporal en el Ayuntamiento para ayudar en ciertas labores.

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