Siquier es probablemente uno de los científicos que más ha estudiado los torrentes de Mallorca sobre el terreno. Cuanto más sabe más humilde se siente pues asegura que ante la fuerza de la naturaleza solo puede oponerse la de la prudencia. En la actualidad trabaja con un grupo de búsqueda de riesgos y nos atiende en una visita de campo; aprovechando que la mayoría de torrentes fluyen nos acompaña a observar el de sa Canaleta y el de s'Ermita, en Inca.
-Hace unas semanas que parecía que Mallorca entera se iba a inundar y ante ello surgieron voces reclamando mayor atención a la limpieza de torrentes. ¿Los tenemos demasiado descuidados?.
-No podemos decir que todo sea culpa de que los torrentes estén sucios. Hace décadas los torrentes estaban mucho más limpios que ahora porque eran productivos para la sociedad agraria de entonces y también se producían inundaciones. Las ha habido siempre, pero es indudable que si encima de que el riesgo existe no nos cuidamos de mantener los cursos, las probabilidades aumentan. Pero hemos hecho muchas otras barbaridades más peligrosas.
-¿Cómo qué barbaridades?
-Durante años se ha hecho urbanismo sin demasiados miramientos. Ahora se elaboran planes de riesgos, pero hace años se construía en zonas inundables; se cegaban acequias e incluso torrentes menores. Cuando se producen lluvias copiosas la naturaleza reclama esas zonas y es cuando vienen los problemas.
-¿Nos hemos vuelto demasiado soberbios?
-Nos hemos creído que sabemos tanto que podemos dominar a la naturaleza y, ésta, es tan fuerte que un día u otro nos sorprende y nos devuelve a nuestro lugar. Hace unos años un vecino de Son Serra de Marina se quejaba de que para ir de una finca a otra tenía que dar un gran rodeo por culpa del torrente y recuerdo una expresión suya que me impactó. Dijo: "Quien tiene más derecho, el torrente o yo", pues reclamaba que le hicieran un puente. Queremos acomodar demasiado la naturaleza a nuestras necesidades sin pensar que el torrente lleva siglos allí y permanecerá durante siglos cuando este vecino ya no esté.
"Durante años hemos hecho urbanismo sin planes de riesgo, cegando acequias y torrentes"
-¿Hemos sido muy imprudentes?
-Hemos crecido muy deprisa y así nos encontramos, por ejemplo, que el centro comercial Alcampo o son Macià Nou (Marratxí) se construyeron sobre un torrente tributario, el dels Caülls. El complejo Festival park se encuentra en la zona inundable del torrente de Coa Negra, afluente del Torrent Gros. No quiero decir que vaya a pasar nada, pero que en lugar de colocarnos detrás del cañón nos hemos puesto delante, sí.
-¿Qué zona de Mallorca es la que tiene mayor riesgo de inundación?
-La zona donde existe un riesgo más grave de inundación es Palma. El Torrent Gros es peligroso. la última inundación fuerte que ocasionó fue en 1962.
"Hace tres semanas el Torrente de Sant Miquel estuvo a punto de causar un desastre"
-¿Pero como es posible conjugar urbanismo con los torrentes?
-Es preciso dejarles su espacio. Por ejemplo, la calle Major de sa Pobla es un canal de desagüe. Se construyó orientada hacia el meandro de sa Llebre para que en caso de emergencia el torrente de Búger desaguara por allí sin causar problemas mayores. Y lo hicieron así porque sabían entonces, mejor que ahora, de la fuerza del agua.
-Sa Pobla también tiene peligro...
-Hace tres fines de semana, cuando las copiosas tormentas nos azotaron, yo estaba junto al torrente de Sant Miquel; le faltaban cuatro dedos para desbordar. Los payeses de sa marjal estaban poniendo sus cosas a recaudo y se marchaban porque sabían que si se desbordaba causaría un desastre, y nadie les había advertido.
-¿Y que esperan para hacer algo?
-Hace poco hemos firmado un convenio entre la UIB y Recursos Hídricos para trabajar en la creación de un sistema de generación de alertas ante riesgos de inundaciones. Tenemos tecnología suficiente como para prever riesgos como una torrentada. Es necesario hacerlo pues una torrentada es una ola de tres metros de altura y diez metros cúbicos por segundo o más.
