Los problemas con la cubierta y las instalaciones de la unidad básica de salud (UBS) de Petra, situada en la calle de acceso al pueblo desde la rotonda de Palma, harán que el próximo 14 de febrero los pacientes tengan que ser derivados a Ca ses Monges para dejar paso a los obreros, que estarán un mes trabajando en la reforma del edificio, y evitar así que los usuarios vuelvan a padecer la falta de mantenimiento acumulada durante años.

Las obras, que serán pagadas entre la conselleria de Sanidad y el propio consistorio petrer, se basarán en adecuar el inmueble y se centrarán en la reparación de las goteras (que han causado numerosas imágenes de cubos y empapadores para evitar los resbalones de los pacientes) que el Ayuntamiento ya ha presupuestado en 11.000 euros, y la reparación de todo el sistema de aire acondicionado (estropeado desde hace meses), así como la rehabilitación de los techos de todas las salas y el aislamiento de la zona de Pediatría, que hasta ahora estaba inutilizada por este motivo. Esta tres últimas cosas subvencionadas directamente por el Govern.

"Vamos a ver si en aproximadamente un mes logramos tener un centro de salud en buenas condiciones y sin más problemas", explica Martí Sansaloni, alcalde del municipio, quien señala que el día de san Valentín ya se empezarán a prestar los servicios de ambulatorio en la planta baja y el primer piso del edificio de Ca ses Monges.

Diferentes usuarios ya advirtieron el pasado mes de septiembre a este diario, de las deficiencias que presentaba la UBS de Petra. En aquellos días hubo un problema con el sistema de aire acondicionado, que a causa de la condensación provocó goteras, por lo que a menudo se ha tenido que recurrir a cubos. La mejora de este centro fue inaugurada durante el Pacte de Progrés presidido por Francesc Antich, siendo alcalde del municipio Joan Font Massot y consellera Aina Maria Salom

Sectorización

Por otra parte el Ayuntamiento ya ha anunciado que muy pronto se llevará a cabo la sectorización de pueblo en tres divisiones para poder contralar mejor el consumo y las averías derivadas del servicio de agua corriente, con lo que se podrá llevar un mayor control y una mayor facilidad a la hora de arreglar cañerías.

Aunque el mayor beneficio vendrá derivado por el cambio de todos los contadores del pueblo por otros electrónicos, "que nos permitan cuál es el consumo exacto de cada vivienda y cada sector día a día", explica el alcalde. Y es que actualmente solo se puede saber a través de lecturas manuales del agua que sale del pozo y es consumida con una periodicidad trimestral.

También se evitarán cortes integrales del suministro en caso de reparaciones de las tuberías de distribución, como las que se llevarán a cabo estos días, con lo que solo quedaría sin agua la zona que estuviera afectada, según subraya Sansaloni.