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El Pati de la OJE

Campos rememora su Recreo

La actual campaña de excavación arqueológica en pleno centro histórico genera gran expectación entre vecinos y foráneos

Campos rememora su Recreo

El céntrico Pati de la Oje de Campos, también conocido popularmente como el Pati des Recreo, está en el punto de mira. El proyecto del colegio concertado Fra Joan Ballester de construir nuevas aulas precisamente en este espacio monumental está condicionado al resultado de una campaña de excavación arqueológica. No en vano, durante las catas iniciales, ya han salido a la luz múltiples restos de interés, como tramos de muros con cerámicas romanas asociadas (se comenta la posibilidad de que daten del siglo II), una escudella y un pozo. Material del siglo XVII y también de la época romana: restos de ánforas, ollas, platos, jarras, etc. En estos momentos se está preparando el terreno para llevar a cabo una excavación más profunda y así determinar exactamente qué es lo que hay y de qué siglo fecha.

Un punto neurálgico

Los vecinos conocen bien lo que representa el Pati de la OJE. La Organización Juvenil Española (OJE) se centraba en la educación no formal de los niños, jóvenes y adolescentes. Este sitio, justo detrás del Auditòrium (Antiga Església de l'Hospital) fue largo tiempo un auténtico punto neurálgico: celebración de verbenas, fiestas, campo de deportes (baloncesto, fútbol, tenis, tiro con arco o escopeta de balines, etc.), escuela de tamborers, 'oficina' de pago de tributos y expedición del documento de identidad, sitio de encuentro de amigos y parejas, mítines políticos, actuaciones artísticas, proyecciones y otros múltiples eventos socioculturales. La presencia de soldados es otro de los 'flashes' más coincidentes.

Especialmente la gente mayor guarda nostálgicos recuerdos del Pati de la OJE. Sin duda, el matrimonio formado por Francisca Barceló y Tomeu Vila es uno de los que más cariño profesa hacia tan famoso patio. De hecho, Barceló es popularmente conocida como sa Madona de la OJE. Durante unos catorce años (aproximadamente entre 1963 y 1977) ejerció de conserje de las instalaciones. Su marido, el municipal municipalMates, también le ayudaba. La inmensa mayoría de adultos campaners resaltan los "deliciosos" bocadillos de aceitunas, champiñones, pica pica, anchoas, ensaladilla, etc., que se despachaban en el bar.

Vila, antes de ejercer de policía, trabajó como picapedrer precisamente en la obra de poner trespol (pavimentar) en el Pati de la Oje, en torno a 1961. Recuerda perfectamente que en el centro había un pozo. Muchos ciudadanos están convencidos de que los testimonios de mayores, así como la opinión de historiadores y expertos en patrimonio, deberían ser atendidos en esta iniciativa.

En cuanto a la 'leyenda' del pozo de la Inquisición, muchos mayores también aseguran haber escuchado historias de paisanos, "que desaparecían misteriosamente". Llama la atención que un elevado número de personas veteranas se refieran a dicho temido pozo como el Pou de l'Inquiridor. Sin ir más lejos, Barceló, la Madona de la OJE, siendo joven se atrevió a adentrarse en una mina "unos dos metros", una especie de túnel-cueva en pleno patio, "y tanta oscuridad daba miedo".

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