Poco menos de 50.000 usuarios del Ferrocarril de Sóller se quedarán sin su descuento de residente balear tan pronto como el Govern balear anule el actual sistema de bonificaciones a raíz de una denuncia formulada por un ciudadano alemán ante la Unión Europea (UE). Este organismo entiende que con su aplicación se incurre en una discriminación por razón de nacionalidad. El presidente del Ferrocarril de Sóller, Óscar Mayol, explicó ayer que la empresa dejará de aplicar todos los abonos basados en la residencia del pasajero tan pronto como el Govern balear, establezca una nueva modalidad de descuentos para los usuarios. Mayol precisó que "muy probablemente" los nuevos descuentos "serán como los que se aplican para los usuarios del tren de SFM, el metro o los autobuses de la EMT", que consisten en reducir el precio cuando un usuario compra un abono basado en la frecuencia de uso del transporte público.

Óscar Mayol aseguró que la empresa "estará a la espera" de que el Govern se pronuncie después de que la compañía le haya remitido la propuesta "porque deberá ser Transports quien autorice o no el nuevo sistema tarifario" para usuarios frecuentes y en el que no se tendrá en cuenta ni la nacionalidad ni el lugar de residencia de los usuarios. Pese a ello, Mayol recordó que las tarifas que han sido recurridas ante la UE fueron avaladas y aprobadas por el Govern, "quien ahora estudia cómo hacer frente al problema para crear otra fórmula de abonos". El principal problema que ofrece este sistema de abonos que plantea, que tiene muchas posibilidades de aplicarse, es que los más perjudicados serán aquellos que compren un billete sencillo, sean o no residentes en las islas, por el cual deberán desembolsar 16 euros si es de ida y 22 si es de ida y regreso. Con la resolución de la UE desaparece también la tarifa de siete euros para residente balear para un billete sencillo de tren y el de 12 si es de ida y vuelta.

Para los usuarios baleares del tranvía, se anula el abono de dos euros por trayecto frente a los seis euros que cuesta el billete normal. También se suprimirán los bonos de 30 viajes del tren que costaban 30 euros y el abono nominal del tranvía, de 20 euros, con el que se podían realizar 50 trayectos. Todos estos descuentos sólo se aplicaban a aquellas personas que demostraran su residencia en las islas. Según los datos que dio ayer la compañía, 140.733 pasajeros utilizaron los abonos de residente del tren y del tranvía durante el ejercicio de 2016. Con los datos del ejercicio pasado, el 8,81% de pasajeros del tren fueron residentes, mientras que en el tranvía la cifra se rebajó al 4,57%. En el último ejercicio, el Ferrocarril de Sóller registró 1.992.748 pasajeros, de los que el 59% (1.171.357 pasajeros) lo hicieron con el tranvía. El resto, 821.391 pasajeros, utilizaron el servicio de tren.

Preocupación municipal

El alcalde de Sóller, Jaume Servera, afirmó que "para nosotros ya estaba bien el sistema que ahora se eliminará", aunque avanzó que "sabemos que el Govern ya trabaja para crear otro tipo de abono o tarifa especial para los residentes" con los que "se aplicará algún tipo de descuento". Por su parte, el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, transmitió ayer un mensaje de "tranquilidad" y aseguró que se estudian "fórmulas que hacen viable que personas que lo utilizan con frecuencia tengan otros precios".