Las antiguas casas de la possessió de Ca s'Hereu de Son Servera acogieron ayer la VIII Fira de la flor d'ametler, que en esta ocasión acogió a unos 36 expositores, que vendían productos relacionados con el almendro y su fruto.

Desde los tradicionales perfumes que llevan el mismo nombre y que siempre han estado presentes en todas las ediciones, pasando por los típicos productos gastronómicos elaborados con almendra, jabones e inclusos telas.

Uno de los puestos que llamó la atención fue el de la elaboración de cerveza artesanal, con sabor a madera de almendro. Se trataba de cerveza artesanal que contenía un trozo de madera de almendro en su interior y que se elabora para esta ocasión por un vecino de Son Servera.

A pesar de las fuertes rachas de viento, que en algunos momentos de la mañana estuvieron presentes, fueron muchas las personas que visitaron la tradicional feria de invierno de Son Servera, entre ellos muchos turistas de diferentes nacionalidades y hasta algunos repetidores.

Como novedad de este año del evento fue la actuación del grupo folklórico local, Sa Revetlla, que actuó con sus danzas típicas ante el portal de la casa de la possessió y que aglutinó a mucho público y sobre todo expectación entre los turistas. También estuvieron presentes los xeremiers del Puig de Sa Font que animaron en la parte final. Los visitantes también pudieron contemplar una exposición de maquinaria y utensilios dedicados a la recogida y manufacturación de la almendra.

Este año, una preocupación se dejaba entrever, la Xylella, otro contra para un sector que se ha visto afectado en los últimos años por un hongo Botryosphaeraceae que ha menguado considerablemente la producción en Mallorca. De momento, pero, se queda solo en preocupación a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos. El firó continuará celebrándose al tiempo que se consolida como una pequeña feria artesanal, que de cada año acoge a más turistas y participantes.

Ayer, la regidora de Turismo del ayuntamiento de Son Servera, Margalida Vives (Independents), reconocía que, tras ocho ediciones, la feria se consolida con el objetivo que se creó, que fuera una feria de interés turístico que ofreciera un producto diferente al turista de temporada baja y que les permitiera conocer nuestras raíces culturales y gastronómicas.