El torrente de Almadrà, conocido localmente como Torrent de Rafel Garcés y frontera natural de los municipios de Inca y Binissalem, está recibiendo una aportación continua de agua a la altura del cruce con el camino de can Boqueta. El agua proviene de la depuradora de Binissalem y, según denuncia la entidad ecologista Gadma, “no está correctamente depurada”.

Ayer visitó el lugar el alcalde de Binissalem, Andreu Villalonga, junto a vecinos y representantes de la organización proteccionista. Villalonga comprobó personalmente como desde el emisario que instaló Abaqua en el lugar se vierte un abundante caudal de agua que genera más espuma de lo que cabría esperar del agua limpia. Bernat Fiol, portavoz de Gadma, sostiene que “no es preciso ser biólogo para ver que este agua contiene restos de jabón y otras partículas en suspensión. El agua limpia puede producir una leve y efímera espuma al caer por un salto, pero aquí hablamos de un emisario a un palmo del suelo y que el agua genera espuma en una amplia zona”.

Pero además, se observa como en el lecho del torrente se acumula bastante sedimento. Según una vecina, muy molesta con la actuación de Abaqua, “se está vertiendo desde abril”. Fiol manifiesta que “si fuera agua limpia podría haber criado verdet pero no generar una acumulación tan visible de sedimento de color oscuro; teniendo en cuenta, además, que hace una semana se produjo una avenida que había lavado el lecho”.

Algunos vecinos, siguiendo las indicaciones de Gadma, están registrando analíticas de sus pozos ante notario. Fiol sostiene: “Será una prueba crucial si se produce una situación de contaminación”.

El alcalde de Binissalem manifestó su apoyo a los vecinos y anunció que pedirá a Abaqua que no se vierte agua al torrente sin que esté debidamente depurada. Sin embargo, Gadma, sostiene que “aunque el agua este depurada no es conveniente abocarla al torrente porque significa una modificación del hábitat habitual. Un torrente debe llevar agua cuando se han producido lluvias, si establecemos una corriente continua de agua alteraremos ese hábitat produciendo, de forma artificial, un cambio en la flora y fauna del lugar”.

Por otra parte, el hecho de que gran parte del torrente lleve agua de forma asidua ha eliminado una ruta que usaban los pastores de la zona para trasladar el ganado ovino pues, como explicaron, “muchas fincas están cerradas cuando el torrente es el lugar idóneo para mover rebaños sin peligro”.