Los miembros políticos de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Consell de Mallorca ratificaron ayer los informes técnicos y jurídicos desfavorables para los parques fotovoltaicos de Santa Cirga, de 56 hectáreas y 190.000 paneles solares situado en el municipio de Manacor y sa Caseta, en Llucmajor y de 25 hectáreas de superficie. El primero fue rechazado por unanimidad de todos los grupos, mientras que el segundo obtuvo las abstenciones de los miembros del Partido Popular y Ciudadanos.

Ahora los promotores de ambos parques solares deberán justificar que el interés energético está por encima del territorial para superar el siguiente paso: la Comisión Balear de Medio Ambiente del Govern, que difícilmente podrá dar un veredicto favorable para ambos dado el grado determinante del informe desfavorable aprobado, pese a que no es vinculante. La última palabra la tendría la conselleria de Energía del Autonómico balear.

Curiosamente entre las voces contrarias a la construcción de sendos parques solares es la consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido, del PSOE al igual que el conseller del Territorio del Govern, Marc Pons, quien todavía esta semana en su visita a Manacor abogaba por el planteamiento de un gran parque solar en Santa Cirga como solución al déficit que las Balears tienen en materia de energías renovables. Hoy en día las islas se alimentan tan solo de un 1% de energías limpias, muy lejos del compromiso de llegar al 20% en apenas tres años, o del nivel peninsular donde ya representan el 40% (un 25% solar).

En el caso de Santa Cirga (terrenos situados junto a la carretera que va de Manacor a Porto Cristo), el informe técnico del Consell se basa en "el impacto territorial que generarían las instalaciones propuestas", la "preservación de la armonía de los valores ambientales del emplazamiento", la pérdida de terreno "con un potencial uso agrícola", una supuesta "falta de concreción en las medidas correctoras propuestas" por la promotora, o la falta de adecuación al plan urbanístico actual del municipio de Manacor.

"No para el proyecto"

"La decisión del Consell no para la tramitación y el curso del proyecto", señala José Antonio Pérez, director de desarrollo de KS Management, empresa encargada de llevar adelante el parque fotovoltaico de Manacor. "Respecto a los informes negativos y votación por unanimidad no sólo en contra de Santa Cirga sino de las energías renovables en Mallorca, solo decir que era lo esperado y que no nos ha causado sorpresa", añade. Lo que sí que ha sorprendido a los promotores es que haya habido unanimidad por parte de todos los grupos políticos "que tanto abogan por las renovables de cara al público y que a la hora de dar un paso adelante han preferido echar el freno y dejar clara su postura real ante el cambio climático y la reducción de quema de carbón, diesel y gas en Balears", critica Pérez.

"Las grandes beneficiadas de todo esto serán las de siempre, las eléctricas, y los perjudicados una vez más los ciudadanos que seguiremos pagando más por la energía. Luego vendrán los lloros pero algunos habremos intentado que las cosas cambien, otros miran para el lado y no actúan", subraya.

Falta de interés público

Por lo que respecta al proyecto promovido por Miquel Bonet en la finca de Sa Caseta de Llucmajor, cerca del área sensible de Sa Marina, el Consell informa desfavorablemente al "no haber constancia de un excepcional y elevado interés público", al encontrarse en una zona agrícola y ganadera protegida. Aunque el informe técnico alude también a que "no se prevé que su implantación no producirá impactos visibles desde los caminos y ubicaciones de los alrededores".

Hace un mes el GOB ya alegó contra el proyecto de sa Caseta de Llucmajor, al considerar que afectaría al "corazón de la Marina, un espacio que desde hace cinco años ha sido objeto de reiteradas peticiones de protección por nuestra parte, dada su importancia ornitológica".