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Denuncia

Vivir en el martirio del circuito de Llucmajor

Encarnación Sánchez y José Pardo, vecinos del trazado de s'Arenal, denuncian vertidos de tierras y neumáticos en el torrente, supuestos causantes de inundaciones en su vivienda

Un motor de alternadora, una nevera, un frigorífico y muebles inutilizables, una operación de rodilla, dos perros ahogados, paredes con boquetes por donde nadan bombonas de butano, ruidos, humos, olor a neumático quemado o derrapajes que hacen dudar seriamente si cenar en la terraza es ya un deporte de riesgo. Vivir tan cerca del circuito de s'Arenal, en Llucmajor, es desde hace cinco años un peaje excesivo para el matrimonio formado por Encarnación Sánchez y José Pardo, cansados de pagar las consecuencias por estar simplemente en casa.

"Desde hace meses propietarios o trabajadores del circuito están tirando camiones de tierra y neumáticos en el lecho del torrente dels Jueus, lo que tapona el paso del agua y nos inunda la casa cada vez que llueve", denuncia indignada Encarnación, harta del panorama que ve desde la azotea de su vivienda de Can Aulet del Molí, en el polígono 6, parcela 40, cerca de la autopista de Llucmajor a Palma.

Las últimas tormentas caídas sobre Mallorca hicieron que el viejo problema fuera nueva tragedia, inundando el pequeño huerto y diversas cocherías que tienen pegadas al torrente. "La tubería de hormigón por donde debe irse el agua también está tapada por neumáticos a presión, creemos que con el objetivo de que toda el agua vaya hacia nosotros, dejando el circuito seco, y así presionarnos para que vendamos y puedan ampliar", añade José, quien vive aquí junto a su esposa desde hace 28 años.

"Nuestra zona está saneada"

Los responsables del Circuito Mallorca, nombre oficial de único trazado de estas características que existe en la isla, no han querido hacer declaraciones, aunque aseguran que "la línea del torrente que está en nuestra zona está limpia y saneada".

El pasado domingo la Guardia Civil de Llucmajor se personó en la zona para tomar diversas fotografías de la zona con el fin de comprobar si son constitutivas de alguna clase de delito contra el medio ambiente. "Este próximo 9 de marzo a las diez y media tenemos el juicio", recuerda Encarnación mostrando la citación del juzgado de primera instancia de Palma. "Simplemente pedimos que nos paguen todo lo que se nos ha ido estropeando por el agua. Esto es insoportable, es una depresión constante".

La mujer, que trabajó nueve años como cocinera en el circuito antes de que cambiara de propietarios, ya se rompió la rodilla al intentar salvar a su nieto del agua hace un tiempo, "cuando se ahogaron dos perros pequeños que teníamos y varias bombonas de butano rompieron la pared y acabaron en la casa del vecino".

Pendientes

El nuevo alcalde de Llucmajor, Bernadí Vives, se mostraba ayer sorprendido ante las denuncias de los vecinos de la zona: "Hasta ahora no tenía constancia de nada, pero vamos a controlar qué pasa exactamente. En estos momentos del circuito solo sé que quieren pedir permisos al Govern para ampliar la recta paralela a la autopista, para albergar nuevas competiciones".

Encarnación y José tampoco ven normal "tener que soportar que jóvenes que acuden a correr con sus motos estén zarandeando la valla de casa, insultándonos". "En verano el ruido y el olor se hacen insoportables, y tenemos que cerrar todas las ventanas si queremos vivir tranquilos. Cuando comemos en la terraza nos asusta que los ruidos de la curva (está a apenas cien metros) acaben con un coche o una moto dentro del jardín".

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