El GOB sigue considerando "inasumible" el proyecto de planta fotovoltaica diseñado en la finca de Santa Cirga, situada en la carretera que lleva de Manacor a Porto Cristo, porque cree que somete "valores agrarios, patrimoniales y paisajísticos excepcionales al interés de un inversor privado".

El Grup Balear d'Ornitologia i Defensa de la Natura (GOB) ha anunciado la presentación de alegaciones a la modificación del Plan Director General de Energía, en las que plantea que las instalaciones de generación eléctrica con placas fotovoltaicas no deberían superar las cuatro hectáreas de superficie.

El proyecto de Santa Cirga ocuparía, de realizarse, 56,7 hectáreas, con una subestación eléctrica de casi 7.000 metros cuadrados, 190.302 módulos de paneles fotovoltaicos y 29 centros de transformación semisoterrados de siete metros cuadrados cada uno.

Según recuerdan los ecologistas en el comunicado de prensa remitido ayer a los medios: "El único criterio es la rentabilidad económica, y esta pasa por la necesidad de ocupar grandes extensiones de suelo para garantizar la máxima rentabilidad en términos puramente económicos de la inversión".

"Valores intangibles"

El GOB resalta que en Santa Cirga (lugar de nacimiento del lingüista Mossèn Antoni Maria Alcover) la planta fotovoltaica amenaza "un paisaje pintoresco de gran valor agrario que resultaría desfigurado".

"La ubicación de centrales de estas características no puede nunca comprometer los valores intangibles de nuestro territorio, ni comprometer los usos y la vocación principal del suelo rústico", insiste la asociación ecologista, quien se suma en este sentido a lo ya expresado días atrás por el colectivo Amics de la Terra en Mallorca.