­La asociación de usuarios del ferrocarril expresó ayer su malestar por la duración del conflicto entre la empresa SFM y los trabajadores, que se ha traducido en diversas convocatorias de huelga "muy negativas" para el servicio.

Teresa Sastre, presidenta de la asociación, explicó que "los usuarios son comprensivos con el derecho de huelga, pero no apoyan los últimos parones en unas fechas tan sensibles porque empujan a muchos jóvenes a usar los coches para ir a fiestas en las que se consume mucho alcohol". Además, también sostienen que los empleados del tren "son de los que más cobran en comparación a otras empresas del Govern". También denunció la política de transporte público del Govern, que "es totalmente insuficiente" para cubrir un buen servicio.

Por otra parte, el gerente de SFM, Mateu Capellà, explicó ayer que la empresa tuvo que fletar un autocar el pasado miércoles por la noche para trasladar a sus destinos a los usuarios del último tren con destino a Manacor, que terminó su recorrido en Inca.

El motivo fue que en esta ocasión se utilizó un convoy eléctrico, ya que el diésel que cubre este último trayecto debe contar por ley con un maquinista y un interventor, cuando el eléctrico solo precisa del conductor. "El revisor estaba de baja y no pudimos sustituirle porque era un tren de servicios mínimos, por lo que tuvo que ser un convoy eléctrico que no puede llegar hasta Manacor", explicó.