El ayuntamiento de Andratx despertó ayer con la resaca de la conmoción generada al saltar a la luz pública la investigación abierta a causa de unos contratos firmados por el teniente de alcalde de Vías y Obras, Jonás Palomo, de El Pi, partido que gobierna en el municipio en coalición con el Partido Popular.

El Ayuntamiento ha detectado posibles irregularidades en facturas con proveedores de material para la brigada municipal de obras; una facturación que no iría en consonancia con los precios de mercado.

La oposición exigió ayer más información sobre el asunto. Así lo manifestó Més per Andratx, quien consideró "imprescindible" que Palomo dé "explicaciones públicas". "Nos parece muy grave, si se confirma, que hubiese un nuevo caso de corrupción en el ayuntamiento de Andratx", argumentaron desde la formación econacionalista, que anunció que pedirá que se revisen todas las contrataciones efectuadas por este edil desde principios de legislatura.

Además, Més aseguró que, si el estallido de este caso tuviese algún tipo de relación con el relevo al frente de la alcaldía del próximo mes de junio, sería una "grave irresponsabilidad".

Desde el PSOE, su secretario general en Andratx, Abilio García, dijo que, ante todo, respeta la "presunción de inocencia", al tiempo que expresó su deseo de que "todo se aclare". En cualquier caso, emplazó al equipo de gobierno a depurar "responsabilidades inmediatas". "Es increíble que Andratx vuelva a salir en prensa por estos temas, tras los años de sombras que tanto han perjudicado al municipio", señaló.

A la espera de que se resuelvan las indagaciones abiertas por el comité de disciplina de la formación regionalista y por el propio Consistorio, en círculos políticos municipales se barajan ya escenarios por si el asunto acaba desembocando en la expulsión de Palomo, que podría pasar entonces al Grupo Mixto, ya que no tendría por qué renunciar a su acta de regidor.

Los equilibrios en los que se apoya la actual coalición de gobierno son ajustados. En las pasadas elecciones, el PP obtuvo seis actas de concejal; El Pi, tres; Més, cinco; y el PSOE, tres.

Este equilibrio se hace más decisivo aún si se tiene en cuenta que, en apenas medio año, la corporación deberá ratificar el relevo pactado al frente de la Alcaldía a principios de legislatura, por el cual la primera teniente de alcalde, Katia Rouarch (El Pi), asumirá la vara de mando de manos de Jaume Porsell (PP).