En este inicio de 2017 que Nostradamus profetizó revuelto y catastrófico, la tradición por excelencia del 5 de enero siguió su curso con precisión de reloj suizo, para llegar en hora a todos los hogares de la part forana. Por tierra, sobre todo (en tractores, coches, caballos, carrozas), pero también por mar, los Reyes de Oriente trajeron sus alforjas cargadas de muñecas parlantes, videojuegos y naves interestelares desmontables, que son el oro, el incienso y la mirra de estos tiempos de incertidumbre.

Sin poder confirmar si ellos tuvieron algo que ver, Sus Majestades de Oriente trajeron también una perceptible bajada de las temperaturas, que hizo que la masa formada por niños, padres, abuelos y curiosos varios diesen la bienvenida a la comitiva oriental estrenando bufandas, gorros y guantes que no habían hecho falta hasta la fecha en este invierno primaveral.

Como sucede cada año, el municipio de Calvià se llevó el primer premio en el número de cabalgatas organizadas. Hasta siete comitivas reales (Santa Ponça, El Toro, Palmanova, es Capdellà, Son Ferrer, Calvià vila y Puerto Portals) recorrieron diferentes localidades, a las que hay que sumar las dos previstas para hoy (Peguera y Son Caliu). Sólo municipios como Marratxí (Es Figueral, es Pla de na Tesa, sa Cabaneta y Pòrtol), Manacor (s'Illot, Porto Cristo y Son Macià), Llucmajor (s'Arenal y Bahías) o Santanyí (Portopetro, s'Alqueria Blanca, es Llombards, Cala d'Or y Calonge) aguantaron el pulso en cuanto a la organización de pluricabalgatas para llegar a sus diferentes núcleos de población.

En la mayoría de casos, Melchor, Gaspar y Baltasar no fueron aclamados sólo por la masa, sino que fueron recibidos también en audiencia por alcaldes y concejales deseosos de que este año no les traigan carbón en forma de escándalos de corrupción, denuncias vecinales o mociones de censura para desbancarles del poder ahora que se va a cumplir el ecuador de la legislatura. Unos escándalos que, en todo caso, palidecerían si se cumplen los cataclismos naturales y los derrumbes de imperios que algunos interpretan que predijo para este año Nostradamus en el siglo XVI.

Reparto de regalos

A lo largo de la tarde, en un buen número de localidades de la part forana, como Banyalbufar, Ariany, s'Arracó y Sant Joan, los Reyes Magos adelantaron el regalo de presentes en sus respectivas iglesias, como previa del reparto masivo que se produjo por la noche.

Así lo dicta la tradición y así se cumplió en la pasada madrugada de zapatillas bajo el árbol de navidad y agua y comida en la mesa para los enviados de Oriente; un ritual que fue el preludio de la sorpresa matutina de los regalos, un ejemplo de que la vida, de momento y hasta nueva orden, sigue su curso ancestral.