Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pollença

El trasiego de personas y el comercio posibilita que broten setas raras en la isla

Hace unos años que se puso de moda cultivar setas ostra y hoy ya se pueden ver en algunos troncos de árbol de forma silvestre - Un micólogo descubrió un rarísimo ´Acervus epispartius´ en un bosque tras habitar en él un ciudadano holandés

Seta calamar, localizada en Vizcaya.

La micología es una rama de la ciencia donde los descubrimientos importantes se suceden de forma extraordinaria. Queda mucho por estudiar en el mundo de los hongos y sus posibilidades, casi tanto que Josep Lleonard Siquier, una de las máximas autoridades en Micología en Balears, manifiesta que “los hongos constituyen en sí un reino más como el reino mineral, animal o vegetal. Los hongos deben tenerse en cuenta en su propio reino porque son tan diferentes y particulares que en sí constituyen un mundo aparte”.

Los hongos son tantos y están tan presentes en el medio que cada día se descubren especies nuevas. Y son tan adaptables que nos dan sorpresas como que aparezcan en Mallorca setas de gran rareza. “De toda la vida se sabe que las especies siempre se han dispersado en mayor o menor medida y que han ido colonizando diferentes lugares. Lo curioso de este caso es observar como en pocos años, esta globalización se da de forma mucho más rápida”, apunta el especialista.

En Mallorca se han encontrado recientemente ejemplos de cierta relevancia. Uno de ellos se refiere a la seta ostra (Pleurotus ostreatus). Este tipo de hongo se empezó a comercializar hace unos años para que los aficionados pudieran cultivarlo en casa.

Balas de paja

Se vende implantado en balas de paja envueltas en plástico negro, y por unos pequeños agujeros brotan las setas, que forman vistosas piñas. Por esa razón se les llama también setas de alpaca. Es un hongo muy prolífico y produce un fruto comestible muy apreciado por su textura y sabor.

Esta afición se ha extendido y muchas personas los crían en sus buhardillas y cocheras, y muy probablemente esta afición haya causado la dispersión de esporas pues en la actualidad se encuentra ya este hongo de forma silvestre en nuestro entorno.

El propio Siquier encontró una buena piña de estas gírgolas creciendo sana y abundante en un árbol de una zona urbana del Port de Pollença. El micólogo explica que “curiosamente, a unos metros de distancia se ubica un supermercado donde se comercializan balas de paja con estas setas para los aficionados.

Otro caso muy curioso con el que se ha topado Siquier es el del hongo llamado Acervus epispartius. Sólo se ha citado una vez en Mallorca pero además ha sido la primera vez que se ha encontrado en toda Europa. Es originario de Madagascar y del sudeste asiático.

Lo que ocurrió es una historia no comprobada, pero muy posible pues es coincidente. Cuenta Siquier: “Lo encontré en un pequeño bosque que mi padre había vendido a un holandés. Éste tenía negocios en Singapur, a donde viajaba con cierta frecuencia. Fallecida su esposa, mi padre le volvió a comprar el bosquecillo y a los dos años, yo encontré la seta mencionada, y nunca más la he vuelto a encontrar”.

En su momento fue la primera cita de esta seta en España y en Europa; más tarde se encontró en Italia, y años más tarde en Cataluña y Menorca.

Compartir el artículo

stats