­Recientemente se ha inaugurado en Consell el belén gigante que construye el joven de la localidad Biel Crespí. El alcalde, Andreu Isern, acompañado de Biel Crespí, encendió las luces del nacimiento. Este año está en el porche de una casa señorial típica mallorquina y ni siquiera falta un cementerio. Todas las piezas son mallorquinas y reproducen la vida cotidiana de nuestros antepasados, como las matances, la era y otras muchas labores del campo; no falta el desfile de gigantes y cabezudos. La gracia de cada año es encontrar el fraile oculto en el montaje.