El proceso de regularización catastral que está llevando a cabo el ministerio de Hacienda en Sóller afecta a un millar de inmuebles del municipio, según dio a conocer ayer el concejal de Hacienda de Sóller, Josep Lluís Colom.

Según los datos que le ha remitido la Oficina del Catastro de Balears, en este proceso se han abierto 1.062 expedientes que abarcan a fincas rústicas como urbanas. Las estimaciones prevén que, una vez regularizadas estas edificaciones, el ayuntamiento incrementará sus ingresos en concepto de contribución urbana en 170.000 euros anuales.

De acuerdo con estos datos, el 30% de las nuevas altas en el catastro municipal corresponden a nuevas construcciones que hasta ahora no pagaban impuestos. Otro 47% son ampliaciones de viviendas ya existentes, el 4% a cambios de usos, el 3% a reformas y el 15% restante a piscinas que a partir de 2017 pasarán a pagar la contribución urbana. El 58% de estas construcciones se localizan en suelo urbano y el 42% restante en rústico. El concejal de Hacienda recordó que el ayuntamiento dispone de un punto de información catastral para que todos los afectados por la nueva revisión se informen y puedan presentar reclamaciones en el caso de que no estén de acuerdo con la propuesta de resolución de la Oficina del Catastro.

De oficio

El proceso de revisión se llevó a cabo entre los años 2015 y 2016 mediante la toma de ortofotos de alta resolución que permiten localizar edificios nuevos y variaciones que han sufrido respecto a las fotografías realizadas en años anteriores por el mismo procedimiento. Colom explicó que este tipo de regularizaciones "se realizan de oficio".

El ayuntamiento de Sóller viene registrando colas de personas que acuden al punto de información catastral para informarse de los cambios que ha detectado el Catastro en sus fincas. Muchas de estas personas se quejan que les computan edificaciones en ruina, toldos y otros elementos. Las revisiones llevan aparejadas el pago de una tasa a Hacienda de 60 euros.