El pleno del Ayuntamiento de Inca ha aprobado una propuesta del PP, en la cual ya llevaba también tiempo trabajando el equipo de gobierno -PSOE, Independents, El Pi y Més- consistente en reinstaurar la zona azul en diversas calles del centro de la ciudad, aunque sea de forma gratuita.

El aumento poblacional es la principal causa esgrimida para determinar que existe una saturación en cuanto al estacionamiento en el centro de Inca. El plan de Movilidad de la ciudad ya destacó en su día la necesidad de contar con un sistema de aparcamientos rotatorios que favorecieran el consumo en los comercios.

Rosa Maria Tarragó, ponente de la propuesta, explicó que "se ha notado una fuga de establecimientos comerciales hacia el extrarradio del casco urbano, precisamente buscando lugares donde sus clientes tenga más comodidad para llegar en coche".

La aplicación de la zona azul depende ahora de un estudio técnico. Se deberá determinar en qué calles se impone puesto que la peatonalización del centro de la ciudad ha dejado pocas vías comerciales con estacionamiento. Tampoco la plantilla policial es suficiente como para garantizar un control adecuado.

La concejal de Seguridad Ciudadana, Antònia Triguero, ya comunicó al alcalde hace tiempo que para llevar a cabo este proyecto sería necesario ampliar la plantilla.

Por otra parte, los populares también abordaron la posibilidad de reabrir el aparcamiento de la plaza de Antoni Mateu.

Prueba piloto

Virgilio Moreno (PSOE), alcalde de Inca, intervino durante la sesión para manifestar que "sobre la recuperación de la zona azul ya se está trabajando, motivo por el cual vamos a apoyar la propuesta; de hecho durante estas últimas semanas se ha llevado a cabo una prueba piloto en el solar de la calle Bisbe Cima". Moreno agregó, en referencia al aparcamiento de la plaza de Antoni Mateu que "es un asunto con una mala ferida. La obra está finalizada, pero no se corrigieron las deficiencias y resulta que no tiene licencia de actividades. Nuestra intención es reabrirlo, pero queremos que el Govern, a través de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), asuma su responsabilidad y pague las obras para subsanar las deficiencias".

Cabe explicar que el aparcamiento de la plaza de Antoni Mateu fue una obra que ejecutó SFM y que a cambio obtuvo la concesión de los estacionamientos. En 2012 cerró la instalación, literalmente, porque no era rentable. Sin embargo, el Ayuntamiento no le hizo cumplir el convenio entonces y permanece cerrado.