El pleno extraordinario llevado a cabo ayer en el ayuntamiento de Santanyí a petición de la oposición (Alternativa, El Pi, PSOE), concluyó con el desacuerdo entre el equipo municipal del PP y los demás grupos para evitar que es Fortí de Cala Llonga, la edificación defensiva construida cerca de lo que es Cala d'Or en el siglo XVIII, pueda acabar siendo un bar y centro de celebración de eventos. De esta forma el PP no quiso secundar la moción presentada por la oposición pidiendo instar al Consell de Mallorca y a la Comisión Insular de Patrimonio, para que rechacen cualquier iniciativa o proyecto que contemple un uso privado y lucrativo del monumento, catalogado como Bien de Interés Cultural.

El mayor problema es que mientras que el equipo de gobierno cree que la mejor opción sería hacer que la Fundación Illes Balears (propietaria del inmueble) rescindiera el contrato de alquiler a la empresa Es Fortí Events SL y se lo arrendara al propio consistorio (con posible opción de compra, según el alcalde Llorenç Galmés) para evitar de esta forma un uso privado; para la oposición eso sería un gasto de dinero municipal innecesario "ya que el Consell tiene la potestad para evitarlo" amparándose en el carácter histórico de la fortificación "sin necesidad de desembolso", explica el concejal de Alternativa, Ángel Luis Quintela.

Para el portavoz de El Pi, José Andrés Roig, "el PP ha querido cambiar el texto de la moción, argumentando que si se pide que no haya uso lucrativo no se podrían celebrar exposiciones o conciertos de jazz, lo cual es falso".

Cabe recordar que ya en 2012 vecinos de Cala d'Or se movilizaron en contra de las intenciones privadas de convertir el monumento en un chill out. Se llegaron a recoger unas 500 firmas.