Durante el pasado pleno extraordinario, el equipo de gobierno formado por CDM, PP y El Pi aprobó una modificación de la tarifa de recogida, tratamiento, transferencia y transporte de residuos sólidos para grandes empresas. La oposición expresó su descontento porque ve en el cambio un agravante para las viviendas vacacionales y un beneficio para los hoteles.

Rafel Gelabert, de UIM, fue el que se mostró más crítico. Explicó que hasta ahora la ordenanza tan solo bonificaba con un 10% a las grandes empresas que separaban más de un 50% de orgánico respecto al rechazo. "Con el sistema vigente hasta ahora, solo seis establecimientos conseguían beneficiarse de las bonificaciones, mientras que els resto no veía reducida su tarifa de basuras, mientras que con las mismas cantidades de residuos, algunos hoteles el año que viene verán reducida su cuota entre 1.500 y 3.000 euros, sin que los comercios y particulares vean ningún tipo de reducción", manifestó Gelabert, quien denunció que el equipo de gobierno "solo beneficia a un colectivo concreto en detrimiento de otros".

Fuentes municipales informaron que "hasta ahora los descuentos se aplicaban por porcentajes, pero como que lo que nos interesa es que separen hemos decidido modificarlo y aplicarlo por números absolutos, 70 euros por tonelada, para motivarlos a separar aún más".

Por otra parte, la ordenanza fiscal incluye un nuevo epígrafe para las viviendas vacacionales que a partir del próximo año verán incrementado considerablemente su recibo en un 70%, según informó Gelabert. La nueva normativa aplicará para este tipo de viviendas, en auge en el municipio durante los últimos años, una tarifa por plaza turística de 67 euros frente a los 96 euros que debe abonar una casa rural.

El técnico de Medio Ambiente, Jaume Ramón, informó que el municipio cuenta con 544 plazas turísticas registradas, de las cuales solo 25 viviendas se encuentran en el pueblo de Muro.