Tras las multitudinarias visitas del pasado fin de semana a la fosa de Porreres, los trabajos que está realizando el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi siguen a buen ritmo. Y continúa habiendo abundante público a diario, reafirmándose un sentido y muy transparente ejercicio de memoria histórica. Uno de los descubrimientos más estremecedores, por su crueldad extrema, la comprobación de que uno de los presos republicanos arrojados recibiera hasta cinco impactos de bala. Un ensañamiento brutal.

Por otro lado, ya se han analizado los dos primeros cuerpos que aparecieron en uno de los hoyos de la fosa. En un principio se estaba sugiriendo si los restos podrían ser de los hermanos Miquel y Joan Monserrat Parets de Llucmajor, cosa que ya se ha descartado ya que los esqueletos hallados corresponden a dos varones de unos 40 y 20 años. A su vez, durante el análisis que se ha realizado a los dos esqueletos se ha podido constatar que eran dos hombres de cierto poder adquisitivo ya que así lo demuestran los utensilios que han sido hallados junto a los restos.

Uno de los trabajos se centra en poder sacar los 12 cuerpos de uno de los hoyos. Los técnicos e historiadores investigan si podría tratarse de una de las primera sacas ya que junto a los esqueletos se han encontrado muchos objetos personales que apuntan a que los 12 hombres creían que iban a ser puestos en libertad y por esto cargaban con todas sus pertenencias: plato, cucharas, pastillero, tintero, plumín, medallas, monedas, etc.

Ahora las excavaciones se fijan en una nueva zona ya que la segunda que fue abierta en la zona norte se ha desestimado puesto que en ella no se han hallado cuerpos en similares situaciones que en la primera. La zona se está cubriendo nuevamente de tierra. La nueva zona se encuentra en el área opuesta a la actual y más cercana a la zona de ejecución. La aparición de dos cráneos perforados en este sitio supone que se suman en estos momentos cinco hoyos con víctimas. Asimismo, se verifica que cuando se construyó el bloque de medio centenar de nichos (años 50) y dos capillas traseras, se edificó sobre restos (que pudieron ser o no trasladados al osario común central del cementerio). En la campaña actual está previsto respetar (no tocar) tanto el medio centenar de nichos como las dos capillas familiares.

Durante la mañana de ayer visitó la fosa la presidenta del Parlament balear, Chelo Huertas, además del senador de Esquerra Republicana de Catalunya, Bernat Picornell, el vicesecretario general de la formación y alcalde de Prats de Lluçanés, Isaac Peraire, juntamente con el presidente d'Esquerra Illes, Guillem Morro.

En cuanto a las pruebas de ADN, ya son alrededor de 25 las que ya se han realizado en el laboratorio montado por Aranzadi en el cementerio. Estas pruebas a familiares de asesinados se añadirán a la base de datos que dispone Memòria de Mallorca.

Maria Puigserver Sureda, de Llucmajor, familiar de Pere Ramon Puigserver Pastor, fue una de las que el domingo aprovechó la visita de los familiares a la fosa para hacerse la prueba. Cati Bennassar también se acercó para saber cómo realizar la prueba. Ella es familiar de Guillem Frau Moragues, de Palma. Las pruebas no se las practicarán ya que Guillem tiene otra familiar mayor que ella y más directa.

El 'mapa' actual de la fosa de Porreres: cinco hoyos con 12, 7, 5, 2 y 2 esqueletos (o sólo restos óseos determinados). Todo hace presagiar que habrá más descubrimientos. Ayer por la tarde, las explicaciones corrieron a cargo de Lourdes Herraski, ante la ausencia por unos días del director Etxeberia.