Siguen las tareas del rescate de los cadáveres en la fosa común de Porreres. Este viernes, en la tercera jornada de excavaciones el doctor Francisco Etxeberria ha confirmado que ya son 15 los cuerpos que se han encontrado en la fosa y que, según el experto, pertenecen a un enterramiento típico de fosa con esqueletos de republicanos.

Se han encontrado 3 zonas separadas y a distintas alturas con varios cuerpos en cada una de ellas. En la que se encuentra en una esquina cerca de la construcción de nichos se han podido contar hasta siete cuerpos. Este hallazgo confirma las informaciones que habían recabado los historiadores, que afirmaban que las "sacas" se producían en grupos de 7 u 8 presos que eran conducidos a las inmediaciones del cementerio de Porreres pera ser ejecutados y luego lanzados en los hoyos que se habían cavado en la zanja.

Todos los cuerpos que se han encontrado hasta el momento eran hombres. Lo último que ha aparecido es un cráneo con dos orificios de entrada de proyectil, cucharas, monedas y alambre. Entre los restos de los republicanos, esta mañana se han encontrado 3 proyectiles, un pastillero y un cepillo de dientes además de botones de la ropa que llevaban cuando fueron sepultados. Todo apunta a que en zonas más profundas pueden encontrarse más grupos, aunque los responsables quieren ser precavidos. Por la tarde cuando empiece a declinar el día está previsto que el doctor Etxeberria vuelva a informar del estado de la situación de los trabajos realizados en la fosa.

Cabe recordar que ayer jueves, confirmó que se arrojaron los cadáveres de cualquier manera, superpuestos, en orientaciones diversas, en diferentes puntos del cementerio. Han aparecido ya una docena de cuerpos. Y han salido a la luz proyectiles de 9 milímetros, alambres, zapatos, calzadores, botones, cucharas, latas de conservas, cal, monedas, un crucifijo, etc.

Se estima que en la fosa se puedan encontrar restos de entre 100 y 120 personas asesinadas (algunas fuentes no descartan que podrían llegar a ser unas 200), concretamente en el periodo comprendido entre septiembre de 1936 y finales de 1938. Los meses más violentos, con mayor número de fusilamientos, de enero a abril de 1937.