Si en los últimos tiempos el pueblo de Pina, en el municipio de Algaida, se ha quedado sin banco e incluso sin pan elaborado bajo la 'supervisión' de los sants metges Cosme y Damià, el próximo miércoles, día 2 de noviembre, dirá adiós uno de esos indiscutibles bares con solera, el Bar Sastre.
Sus dueños, el matrimonio formado por Pere Josep Bibiloni y Maria Sastre, explican que el motivo del cierre es la jubilación de ambos. Para despedirse de clientes y amigos, el miércoles que viene celebrarán una torrada y un concierto.
De esta forma, Pina pierde más que un bar, puesto que el establecimiento era un conocido punto de encuentro, calificado como un "centro social" o incluso "ajuntamentet". Fue abierto en 1948 por los padres de Maria, Bernat Sastre y Catalina Ferragut. Inicialmente, la calle, junto a la plaza, se llamaba Ramon Llull. Ahora, carrer Plaça, 3.
¿Cómo resumir en pocas palabras su historia? Bocadillos, variados, tortilla con sobrasada, rebentat d'amazones, truc, antigua sala de baile con tocadiscos, comidas de boda (chocolates con ensaimada y posteriormente arròs brut i porcella), numerosos grupos ciclistas (destacando los alemanes), sede del club de fútbol Pina CF, cenas de quintos y compañerismo, disfraces, promoción del evento matinal Bon dia Pina! (vecinos en pijama desayunando chocolate), lugar donde poder descambiar, conseguir botellas de leche o agua, hielo, etc. En el recuerdo, cuando en 1978 la Guardia Civil pilló una timba con 21 jugadores. A pesar del poco dinero en la mesa, unas 100 pesetas,se impuso multa y se ordenó el cierre durante un mes. La apertura media diaria del local: 18 horas.
Así las cosas, en Pina quedará el bar Estanco (Can Garrover). Y cómo no, la Font, iglesia y convento seguirán atrayendo a visitantes.
