Al portavoz de Esquerra Oberta de Calvià, Rafel Sedano, conocido por situarse en la órbita más nacionalista y de izquierdas de Més, le buscaron ayer las cosquillas en el pleno a propósito de una moción para condenar la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en una taberna de Alsasua (Navarra). Desde el PP, José Manuel Ruiz, quien definitivamente nunca fundará un club de fans de Rafel Sedano, le arreó con el argumento de que buscaba evasivas para no condenar claramente los hechos. "Usted, si le sacamos de la Obra Cultural Balear o de la memoria histórica, no sabe qué decir", le soltó. Tomó el relevo el edil de Ciudadanos, Carlos Tarancón, quien, inflamado de orgullo por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, emplazó al portavoz de Esquerra Oberta a que dijera en público: "Yo apoyo a la Guardia Civil". Y Sedano recogió el guante. Anunció que apoyaría la moción, porque condena todo tipo de violencia. Hablando en tercera persona, como hacía Julio César, sentenció: "Rafel Sedano da su apoyo [a la Guardia Civil y demás fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado]... cuando trabajan en la defensa de la libertad y de los derechos fundamentales". Eso sí, antes, quiso apostillar que los hechos sucedieron de madrugada en una taberna, que todavía no está claro qué pasó en su interior, recordó que cada fin de semana hay riñas en locales nocturnos y tuvo una mención para informes de Amnistía Internacional sobre casos de tortura en España.
Alcaraz y Manresa desatan las hostilidades
Para los pocos vecinos que siguen en directo el pleno de Calvià, son un clásico los duelos dialécticos entre Sedano y Ruiz; entre el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) y Raquel Sánchez (PP), o entre Tarancón (C´s) y Alfonso Rodríguez Sánchez (EO). Ayer, se estrenó un nuevo cuerpo a cuerpo bastante descarnado, para sorpresa de todos los presentes. Los protagonistas: el recién nombrado teniente de alcalde de Participación Ciudadana y Juventud, Fernando Alcaraz (Sí Se Puede, SSPC), quien hasta ahora no se había prodigado especialmente en los debates plenarios, y su ex compañera de partido, ex compañera de lista electoral y ex compañera de grupo municipal, Isabel Manresa, ahora regidora no adscrita y que ha sido muy crítica con la dirección de Sí Se Puede. En sus intervenciones, Alcaraz tuvo palabras de ´recuerdo´ para Manresa, de quien dijo que abandonó SSPC, al ver que "no la enchufaban" en el Ayuntamiento. También cuestionó su promesa de no cobrar más de 2,5 veces el salario mínimo interprofesional en virtud del código ético ´podemita´. Ella le respondió que, como concejal no adscrita, cobrará unos 18.000 euros al año, lo que hace 1.500 euros al mes, por debajo del límite de 1.700 euros que marca el código. La aclaración no satisfizo a Alcaraz, quien recordó que el total de ingresos de Manresa es mayor, por su otro trabajo.
A los socialistas les faltaron las palomitas
Los regidores socialistas debieron de sentirse ayer como los espectadores de un partido de tenis, que giran constantemente el cuello siguiendo el desarrollo del juego. El ´ping pong´ constante entre la oposición de derechas y la de izquierdas (e incluso entre los propios de izquierdas) hizo que vivieran una de las sesiones más plácidas de la legislatura. Sólo se sulfuró un poco la teniente de alcalde Nati Francés, durante el debate sobre la moción del PP en pro de la mallorquinidad. Francés vio en esta iniciativa cierto aroma a "precampaña interna" ahora que Carlos Delgado ha anunciado que peleará por liderar la junta local ´popular´. En ese momento, Ruiz se removió en el asiento y pidió intervenir por alusiones, a sabiendas de que, hasta que se resuelva el liderazgo del partido, va a ser una sombra que le perseguirá.
