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Inca

Muros en el paso subterráneo del tren para mejorar la seguridad

El Ayuntamiento actúa ante las quejas vecinales acerca de los malos olores

Vecinas hablando ante uno de los rincones que está siendo tapiado para evitar las micciones.

El Ayuntamiento de Inca está construyendo muretes de bloques y cemento ante los rincones del paso peatonal subterráneo que une el barrio de Crist Rei con el resto de la ciudad junto a la estación de autobuses. El motivo por el que lleva a cabo esta reforma es el de mejorar la seguridad ciudadana ante las reiteradas quejas de usuarios y residentes.

En paso soterrado cruza las vías del tren permite el tráfico de vehículos en dirección a Crist Rei y viceversa y a la vez, a un nivel más elevado, permite el tráfico de personas.

Las vías del tren separan la populosa barriada del resto de la ciudad y desde que el corredor ferroviario se cerró con muros no existe ningún paso a nivel. Las únicas comunicaciones entre las dos zonas de la ciudad son el referido paso de la Avenida Germanies; otro paso peatonal en la calle Tren, una pasarela elevada a la altura del colegio Ponent y el antiguo puente que salva desde hace años la Avenida del General Luque.

Quejas

El paso de la avenida Germanies es uno de los más utilizados y el que registra mayor número de quejas desde, casi el día de su inauguración. El ya fallecido e histórico, exconcejal y presidente de la asociación de vecinos de Crist Rei, Pep Balaguer, manifestó su desacuerdo en más de una ocasión con una pintoresca frase: "Somos ciudadanos de segunda y por eso para ir a la ciudad nos hacen pasar por un agujero de rata".

Las quejas de los vecinos se referían, principalmente a la inseguridad en el interior del túnel. fue construido de tal forma que contenía diversos recovecos en los que los vecinos denuncian que "era habitual encontrar individuos miccionando". La actividad incívica era más que evidente pues el lugar casi siempre presentaba un característico olor a amoníaco.

El departamento de Medio Ambiente celebró una reunión hace dos semanas con vecinos de la zona en la que recogió las quejas de los mismos. Àngel Garcia, teniente de alcalde, explica que "básicamente la conclusión es que el lugar precisa un mantenimiento exhaustivo y meticuloso por su especial configuración. Hay que estar muy encima y reponer una bombilla si se funde y limpiar a diario si es necesario, precisamente porque un lugar es seguro si está muy bien iluminado y limpio".

Obras

Así pues, el lunes, varios operarios municipales empezaron a constituir muretes en las zonas donde el paso peatonal presentaba recovecos. Garcia dice que "no se comprende como cuando se construyó no se vio que eran zonas susceptibles de dar problemas de seguridad o salubridad. La verdad es que ponerles solución no es nada caro ni tenía porque retrasarse tanto". Con la construcción de los muretes el pasillo ha quedado recto y diáfano. No obstante, el lugar presenta pintadas que lo afean y dan un aspecto descuidado al entorno.

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