La ciudad de Inca activó ayer oficialmente la cuenta atrás para el Dijous Bo con la celebración de la primera de las tres ferias previas al gran evento comercial del otoño. La Fira de la Terra, dedicada a los temas medioambientales, llenó ayer de animación el centro de la ciudad durante toda la jornada, bastante calurosa.

En realidad, la feria no se limitaba a una exposición de productos ecológicos, tal y como podría parecer por el título del evento, sino que englobaba a otras pequeñas ferias temáticas como las dedicadas a la salud (claustro de Sant Domingo), las casas regionales (Plaça Mallorca) o la Nit del Vi que llevó a cabo el sábado por la noche en la fábrica de Can Ramis. De hecho, todo el centro de la ciudad se convirtió en un gran espacio lúdico con actividades para todos los gustos.

Uno de los espacios más visitados fue el montaje del proyecto social '3Glops' que se instaló en la plaza de España.

Tampoco faltó público en la plaza del Bestiar, donde se llevó a cabo la XXIII edición de la exposición monográfica del Ca de Bestiar. Los amantes de esta raza autóctona pudieron ver y tocar a diferentes ejemplares.

La plaza de Antoni Fluxà fue el lugar escogida para instalar numerosos puntos de información de entidades y ONGs locales, así como la celebración de distintas demostraciones y conciertos.

En la plaza de la Llibertat, los niños fueron los protagonistas, ya que disfrutaron con los diferentes juegos instalados para ellos. También se llevaron a cabo actividades infantiles en la calle Jaume Armengol. Entre la plaza de España y la plaza del Bestiar incluso se celebró una 'pokequedada' para jugar al Pokémon Go.

Inca aprobó con buena nota el primer examen antes de la prueba final del Dijous Bo.