El ayuntamiento de Pollença informó ayer que el policía local que había sido condenado por torturas a un detenido en el cuartel de Sant Ferran de Palma ya no forma parte de la plantilla policial después de que el pasado viernes presentase un escrito de renuncia voluntaria que automáticamente ha sido aceptado por el Ayuntamiento. De esta forma, el agente no ha esperado el resultado del expediente que abrió la institución municipal con motivo de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que confirmaba la condena anterior de la Audiencia de Palma contra el policía local y otros tres compañeros por patear a un arrestado esposado, un incidente que fue grabado en vídeo.

Fuentes del Ayuntamiento explicaron que "con la suspensión de su nombramiento, el policía deja de ser funcionario interino de la Policía Local de Pollença y queda excluído del bolsín de interinos". Por otra parte, el expediente, del que la conselleria de Interior había nombrado a un instructor, "quedará resuelto y mañana mismo se comunicará a la Conselleria, ya que (el agente) deja de ser trabajador del ayuntamiento de Pollença".