El tripartito de Llucmajor, integrado por El Pi, Més y PSOE, se exhibe cohesionado y muy ilusionado. Ayer, Bernadí Vives, de El Pi, cogió de Jaume Tomàs, de Més, la vara de alcalde. El regionalista Vives la poseerá durante 16 meses, el mismo tiempo que la ostentó Tomàs. Y en los últimos 16 meses de legislatura 2015-2019 tocará a Gori Estarellas, del PSOE. En una sala abarrotada de público, destacando la presencia de cargos locales, insulares y autonómicos de El Pi, Vives manifestó que, entre los múltiples retos futuros, sobresale el de mejorar la limpieza.

En esta línea, el equipo de gobierno de centroizquierda lamenta la acumulación descontrolada de residuos por parte de una minoría de ciudadanos incívicos, principalmente junto a contenedores, pero también en caminos, fincas rústicas y entornos urbanos. Recuerdan a la gente la disposición de tres puntos verdes en el municipio, así como el sistema de recogida puerta a puerta (voluminosos). En la web municipal, www.llucmajor.org, se divulga el folleto de la campaña Llucmajor más limpio, trabajo de todos. Vives -que además de alcalde seguirá ocupándose de Brigada y Cementerio- también admitió que hay zonas en las que al consistorio le cuesta llegar y ser efectivos, como Vallgornera y es Pas. Por todo ello, en el presupuesto municipal de 2017 se prevé reforzar todo lo referente a mantenimiento, limpieza y embellecimiento.

Tal y como se preveía, Vives obtuvo el respaldo de todos los miembros del pacto de centroizquierda y ningún apoyo de la oposición: PP, ASI y Sí se puede.

De igual forma que en el pleno de investidura de Jaume Tomàs, el número uno del PP y exalcalde, Joan Jaume, volvió a decir que el partido más votado en las elecciones de 2015 fue el PP. Calificó de "atípica" la legislatura si bien ofreció colaboración, pidió diálogo y anunció "una oposición constructiva". Por su parte, Juan Ramón Martín Cañas, de Sí se puede, reprochó a Vives la falta de apoyo a las propuestas presentadas por su formación. Mientras que Guillem Roig, de ASI, remarcó a Vives: "Nos debemos al pueblo, no a Palma, ni Madrid ni Llorito, y tiene que ser el alcalde de todos". Y comunicó la triste noticia de la muerte de un policía local recién jubilado, Mateu Quetglas (al final del pleno Vives también hizo un sentido recuerdo hacia el agente).

Los portavoces de las formaciones en el poder indicaron, en alusión a la intervención del PP, que "así es la democracia" y "la suma de ideas puede ser muchas veces positiva".

Elogios

Cabe resaltar el emotivo discurso de Gori Estarellas, alabando a Jaume Tomàs: "Es una persona fiel a sus ideas, responsable, transparente, muy leal, nunca ofensivo. Transmite serenidad y hay que felicitarle por sus 16 meses al frente del Ayuntamiento, ha marcado un nuevo camino realmente ilusionante". En cuanto a Vives, Estarellas reconoció que desde los primeros contactos "hablamos el mismo lenguaje". Desveló que muchas madrugadas, Vives este mandato se ha desplazado en su moto de un sitio a otro para comprobar los trabajos de mantenimiento y limpieza del municipio.

El nuevo alcalde abogó por un Ayuntamiento "ágil, eficiente, eficaz, transparente y que fomente la partipación". Sobre esto último, informó de la exitosa instauración, esta legislatura, de los presupuestos participativos y de la autorización para que el público pueda intervenir en los plenos.

Entre los objetivos, seguir paliando la grave situación económica de las arcas municipales, ayudar al comercio local, óptima estructura organizativa del consistorio, resolver todos los conflictos laborales y particulares, una residencia de mayores moderna, un centro de día en la zona de urbanizaciones, revitalización de escoletes y polideportivos. Se pide paciencia a los ciudadanos.