"En Santanyí no se ha producido ningún caso de transfuguismo". Así de rotundo se manifestó ayer el alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés. Fue su argumento para justificar el rechazo a la moción presentada por El Pi, que pretendía condenar el transfuguismo político.

Si en el pleno de agosto se comunicó que Cristina Coll se desligaba de la formación regionalista, en la sesión de ayer ésta se estreno como regidora no adscrita y se desmarcó de su ya 'excolega' José Roig en un par de votaciones, sumando un apoyo extra al PP. Cabe explicar que, en Santanyí, gobierna con amplia mayoría el PP, con 10 regidores. En la oposición están Alternativa, con 3; El Pi, que pasa ahora a contar con un solo edil; el PSOE, 2, y la regidora no adscrita Coll.

Al término de la sesión de ayer, Coll, consultada por Diario de Mallorca, calificó de "muy fuerte" y "desafortunada" la moción presentada por El Pi. Según ella, "no hacía falta presentarla". Confirmó que piensa seguir con la posesión del acta de regidora durante esta legislatura. Preguntada acerca de si se integrará al PP u otros partidos como Ciudadanos (rumores vecinales apuntan a ello), negó ambas cosas. Reiteró que "nunca he estado afiliada a El Pi" y que abandonó las filas regionalistas "porque no recibí el apoyo ni la formación que debería por parte del partido".

Por su parte, José Roig criticó que Coll no ceda su acta a otra persona componente de El Pi, exactamente a Vesna Van Buuren. Por ello, el partido -con Jaume Font de portavoz en el Parlament- no descarta emprender nuevas medidas próximamente. Reprochó a Coll "que inicialmente dijera que quería dejar de ser edil y dar paso a otra persona, pero luego, tras hablar con Galmés, cambiase de opinión y optase por conservar el acta".

El antecedente del año 1999

Roig cuestionó seriamente a Galmés su frase referente a que en Santanyí no se ha producido ningún caso de transfuguismo. El número uno regionalista rememoró cuando en torno al año 1999 el exalcalde Cosme Adrover vio como tres miembros de la nueva candidatura Convergència del Municipi de Santanyí le abandonaban y pactaban con el PP de Vidal, frustrando en el último suspiro una alianza de izquierdas con la posibilidad de investir como alcaldesa a Maria Antònia Burguera, del PSM.

Galmés, que también ejerce de nuevo portavoz del PP balear, contestó a Roig que veía inadecuada su moción por distintos motivos. Aseguró que apoyaba el pacto antitransfuguismo a nivel estatal y que podía llegar a entender el "nerviosismo" y el "malestar" de Roig y El Pi, añadiendo que los regionalistas no se debían esperar sus malos resultados electorales y que han sufrido diversas bajas en su lista.

Roig contraatacó advirtiendo a Galmés de que "su actitud para justificar lo injustificable es terrible". En cuanto a la situación de El Pi afirmó que "el partido no está muerto, todo lo contrario, más fuerte y unido que nunca". Y mostró sus dudas acerca de si con el palmesano Álvaro Gijón el PP mantendrá o no la misma postura que en Santanyí. Diferenció el caso del protagonizado por el manacorí Antoni Pastor.