A raíz de la presentación, en el ayuntamiento de Llucmajor, de un proyecto impulsado por una empresa para instalar una plataforma de saltos al vacío en el acantilado del Cap Blanc, junto al faro, el GOB recordó ayer que esta zona se halla en un espacio natural protegido por normativa europea.

Cabe explicar que el proyecto titulao Lighthouse Bungy Mallorca está siendo estudiado en estos momentos por el equipo de gobierno del ayuntamiento de Llucmajor, formado por Més, El Pi y PSOE. Ante la repercusión social que provocó ayer la noticia avanzada en exclusiva por Diario de Mallorca, el consistorio reiteró que sobre la mesa existen diferentes posibles usos futuros del faro y que se está analizando cuál es la opción más idónea. A su vez, los gobernantes de centroizquierda subrayaron que, sea cual sea la iniciativa a desarrollar, "siempre se procurará el máximo respeto medioambiental, se respetarán las épocas de nidificación de aves, etc.".

Por su parte, el GOB afirmó a través de un comunicado el Cap Blanc forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves ES0000081 y Lugar de Interés Comunitario ES5310128. "Así, este espacio está amparado por directrices europeas para la protección de las aves silvestres y los hábitats naturales, respectivamente", señaló.

Asimismo, los ecologistas advirtieron de que en los acantilados del Cap Blanc "nidifican especies emblemáticas o amenazadas, como el corb marí y el falcó. Estas y otras especies se verían sin duda perturbadas con una instalación como la que se ha proyectado".

Finalmente, el área de Conservación de la entidad, con Toni Muñoz entre sus componentes, sostiene que "la posibilidad de que se presenten proyectos como éste en espacios naturales protegidos pone de manifiesto el desconocimiento casi general del grado de protección que ya tienen los espacios de la red Natura 2000, y se evidencia la necesidad de aprobar los correspondientes planes de gestión que clarifiquen qué actividades estarán permitidas y cuáles no se podrán autorizar".

Por otro lado, Autoritat Portuària negó ayer a este diario que el faro del Cap Blanc siga siendo una instalación flagrantemente abandonada y que presenta riesgos. No obstante, residentes en la isla y turistas consideran que, pese a las mejoras llevadas a cabo esta legislatura, el hecho de no poder acceder dentro y no promocionarse ni un mirador, aula didáctica, museo, albergue, refugio, etc., "es del todo lamentable".