Siguiendo las directrices marcadas en sus últimas voluntades, Sóller se despidió ayer de Elena Davis, la escritora estadounidense que murió en agosto a los 103 años. El punto de encuentro fue el bar Turismo, el lugar que ayer estaba repleto de libros donde Davis instaló en 1963 una biblioteca de libros en inglés para promocionar la lectura entre los extranjeros que de forma incipiente eligieron el valle para instalarse. A la cita acudieron numerosos amigos de la escritora así como representantes del ayuntamiento. No en vano, Sóller ha recibido en herencia los derechos de autor de su obra titulada Brujas, naranjas y honderos, que Elena Davis publicó en 2007 en la que hacía un repaso de la vida en el valle de Sóller durante los años 50 y 60. La autora ha dejado escrito su deseo de que algún día esta obra sea traducida a la lengua catalana. Davis recaló en el valle en 1959 después de haberlo conocido en viajes que hizo unos años antes. Vivió entre Sóller y Fornalutx hasta que le sobrevino la muerte. Fue escritora y bibliógrafa y hace un año fue condecorada por la administración Obama por sus años de colaboración con la comunidad anglófona de Balears. Hija de padre inglés y madre vienesa, Davis nació en 1915 en Nueva York.