Joan Rotger (PP), alcalde de Selva, asegura que no tiene intención de renunciar al cargo ante el pacto de gobernabilidad alcanzado por la oposición -El Pi, Arrelam y Esquerres pel Poble). El todavía alcalde sostiene: "Para presentar la dimisión debe concurrir una causa y yo no he cometido ninguna ilegalidad ni me considero imposibilitado para desempeñar el cargo". Rotger escuchó la propuesta del bloque de la oposición y les emplazó a que interpusieran una moción de censura "pero sólo porque tienen más votos, no me pueden decir que me echan porque haya cometido nada punible". "Me voy con las manos limpias, no me llevo nada que no sea mío", espetó a los ediles de la oposición durante la reunión.

Los tres partidos de la oposición le dieron un plazo hasta el martes para que presentara la dimisión o de lo contrario interpondrán una moción de censura. Juntos suman siete votos contra los cuatro que tiene el PP.

Presupuesto

Rotger aseguró ayer que no dimitirá porque "no hay un desgobierno ya que el 90% de las propuestas llevadas a pleno se han aprobado. Tenemos un presupuesto aprobado por unanimidad que estamos ejecutando. Tenemos 3,9 millones de euros municipales en el banco, las cuentas saneadas e inversiones para el pueblo por ejecutar. No dimito porque soy el alcalde legítimamente elegido y no concurre causa alguna por la que tenga que avergonzarme; muy al contrario, si me echan saldré por la puerta principal con la cara bien alta".

Tòfol Barceló, teniente de alcalde, sostiene que "esta moción de censura se basa en que juntos suman más votos que nosotros y nada más. El PP ganó las elecciones y ellos en su día no fueron capaces de ponerse de acuerdo para gobernar porque todos querían sillas, cargos y sueldos. Nos tocó gobernar en minoría y lo asumimos, ahora han decidido echarnos porque ya han llegado a un acuerdo, pero deberán explicar al pueblo que echan a un alcalde que no ha cometido ninguna irregularidad".

Uno de los argumentos mencionados durante la firma del pacto de gobernabilidad fueron las discrepancias en la formación de la comisión de Gobierno. Según los integrantes del pacto, el PP pretendía formarla sólo con sus cuatro ediles y ellos consideran que debía aglutinar a todos los grupos, habida cuenta de la composición fragmentada del consistorio.

Barceló responde que "el problema es que la asistencia a la comisión de Gobierno está remunerada con una dieta. Si hubiera sido gratis no tendrían problemas, como no los van a tener ahora para formarla; pero ojo, nos han excluido de ella. Lo que pasa es que ahora les conviene que sea sólo para ellos, pues que expliquen al pueblo cuánto va a costar".

Joan Sastre (El Pi), que será el próximo alcalde, asegura que "eso es incierto. Los asistentes a la comisión cobrarán una dieta y nada más. Lo que el PP no concibe es que ahora habrá una mayoría y ellos estaban en minoría. Si querían llevar su proyecto adelante debían contar con nosotros y no quisieron hacerlo".