Binissalem se despidió ayer de la LII edición de las fiestas des Vermar con buenas expectativas sobre la producción vinícola de este año. A pesar de la sequía, ha habido "una excelente cosecha, con un grado idóneo de maduración" gracias a las aportaciones moderadas de agua que han compensado la falta de lluvias. Hasta la fecha, se han vendimiado 1,2 millones de kilos de uva, de las cuales casi 800.000 corresponden a variedades negras.

Se espera que, al finalizar la vendimia, se hayan recolectado dos millones de kilos de uvas, una cantidad similar a la de 2015, cuando se produjeron 1,27 millones de litros de vino en las bodegas de la denominación de origen.

Los datos fueron aportados ayer a mediodía durante el transcurso del tradicional acto de ofrenda de mosto 'novell' a la imagen de Santa Maria de Robines. En una mañana soleada, cientos de personas se concentraron en la plaza, presidida por las 'vermadores' y 'vermadors' de este año y por los 'gegants' de Binissalem Jaume y Aina, que al finalizar los parlamentos ofrecieron un baile al son de las 'xeremies'.

Los jóvenes 'vermadors' pisaron la uva cuyo mosto sería después ofrecido a la imagen de la virgen, que ayer estaba acompañada por las de Sant Sebastià y Sant Llorenç. La cantante Maria Cànoves interpretó el himno local 'Binissalem, pedra viva' y el mallorquín 'La Balanguera'. La agrupación folklórica Tall de Vermadors también interpretó algunos bailes.

El alcalde Jeroni Salom, acompañado ayer por el president del Consell, Miquel Ensenyat, valoró de forma positiva las fiestas de este año y aprovechó la ocasión para reclamar, en su discurso, la ampliación del instituto de Binissalem y un mayor mantenimiento y más personal para los centros de salud.