El teniente de alcalde de Seguridad y portavoz municipal, Andreu Serra (PSOE), remarcó ayer que el ayuntamiento de Calvià es "muy consciente" del conflicto vecinal y turístico que genera el fenómeno de la prostitución callejera en verano. Por eso, subrayó, el Consistorio impulsará una nueva estrategia con varios frentes, en vista de que la anterior ordenanza -que contemplaba el recurso a la vía penal- no ha dado "ningún resultado". "Es que ni siquiera la Ley de Seguridad Ciudadana penaliza la prostitución", apuntó. Serra negó de forma vehemente que vaya a haber una relajación en el control de las meretrices. Y, en este sentido, quiso recordar que la nueva ordenanza para el fomento de la convivencia prohíbe las relaciones sexuales en la calle, lo que permitirá a la Policía seguir imponiendo multas administrativas. Además, añadió, se mantendrán los mecanismos de colaboración con Guardia Civil y Policía Nacional, a fin de luchar contra la explotación y realizar controles de extranjería.
El portavoz municipal refirió que el equipo de gobierno (PSOE y Sí Se Puede) ha tomado en consideración las aportaciones realizadas por asociaciones humanitarias que asisten a prostitutas, a fin de no criminalizarlas y de centrar el foco en la lucha contra la explotación sexual y la trata de blancas. En esta línea, Serra anunció que el año que viene el Ayuntamiento promoverá un estudio para conocer el perfil de estas mujeres, "de dónde vienen y quiénes son". "Se trata no tanto de penalizar a estas mujeres, sino de perseguir el fenómeno en origen", explicó Serra, quien informó de que han mantenido reuniones con el ayuntamiento de Palma, puesto que un gran número de mujeres que ejercen la prostitución en Calvià proceden de Son Gotleu. Las modificaciones en la ordenanza ya han sido expuestas a grupos políticos, hoteleros y comerciantes del municipio.
