La cuenta atrás para la apertura del Teatro Principal de Inca se ha activado por enésima vez. El equipo de gobierno de centroizquierda presentó ayer su propio proyecto de reforma, que recupera la sala anexa multifuncional que había perdido el último proyecto diseñado por el anterior gobierno local del PP y gana unos mil metros cuadrados con respecto al último diseño.
El coste aproximado de la actuación es de 5,11 millones de euros, un millón más costoso que el proyecto anterior pero cuatro menos que el primer diseño presentado por el Ayuntamiento hace una década, que era más ambicioso pero también menos funcional que el proyecto presentado ayer, según destacaron los responsables municipales y los redactores de los planos del teatro.
La intención del ayuntamiento de Inca es aprobar el proyecto en la sesión de la Fundación del Teatro prevista para mañana y presentarlo a la próxima convocatoria de los fondos europeos Feder para que sea subvencionado en un cincuenta por ciento. El resto del presupuesto será aportado a partes iguales entre las instituciones que integran la Fundación: Ayuntamiento, Consell y Govern.
El Consistorio espera que a finales del presente año 2016 se confirme la subvención europea y que en el primer semestre de 2017 se liciten las obras y se inicien los trabajos de reforma. El plazo previsto para la duración de las obras es de 16 meses, aunque Moreno apuntó que "no tendremos prisa". "El plazo ya no será un condicionante para que las empresas tengan más puntos", aseguró.
Capacidad y novedades
El proyecto, diseñado por los arquitectos Toni Cànaves, Toni Pons, Pep Reynés y Toni Torandell, el mismo equipo que ya elaboró las anteriores versiones, prevé que el teatro tenga una capacidad para 754 plazas, 600 de las cuales ubicadas en la sala grande y 154 en la sala multifuncional anexa. "Con esta sala, volvemos a la esencia del primer proyecto de reforma, con un espacio polivalente con asientos retrátiles y acceso independiente con respecto al edificio principal", explicó el alcalde Virgilio Moreno.
El objetivo del Consistorio es que esta nueva sala funcione de forma autónoma tanto desde el punto de vista energético como desde el funcional. Contará con equipo para proyecciones y el sonido envolvente propio de los cines modernos. La posibilidad de retirar las butacas dejará un espacio horizontal de 145 metros cuadrados para la celebración de espectáculos teatrales o de danza.
Otra mejora importante con respecto al último proyecto es la sustitución total de la cubierta del edificio teatral, que mejorará el aislamiento y la climatización de la infraestructura cultural.
Los arquitectos explicaron algunos detalles contemplados en el diseño, como el cambio de posición del ascensor, "más próximo a la primera línea, con una mejor accesibilidad" o el nuevo escenario, que "tendrá una mayor movilidad".
La estética exterior del edificio, principalmente de la futura sala multifuncional, es otra de las novedades del proyecto. Los arquitectos han querido imprimir a la fachada un aspecto de "trenzado" que presentará un color dorado envejecido, un guiño estético a la tradición peletera de la ciudad. Por la noche, la composición de la fachada a base de paneles trenzados contará con retroiluminación para embellecer el conjunto. Asimismo, los arquitectos han previsto la entrada de luz natural al interior del edificio. Una escalera de vidrio separará el edificio antiguo del nuevo.
El alcalde aseguró que en un futuro el Ayuntamiento "estudiará la posibilidad de ordenar urbanísticamente las isletas que rodean el edificio" y no se descartan posibles esponjamientos.
