El ayuntamiento de Manacor no quiere dejar pasar la oportunidad de tener, tarde o temprano, unos nuevos juzgados unificados que resuelvan, de una vez por todas, los problemas tanto de dispersión como de falta de espacio, que dificultan el trabajo profesional en sus actuales instalaciones. Es por eso que el alcalde manacorí, Pedro Rosselló (PP), sigue convencido de que el solar de la calle Pilar ofrecido al Ministerio de Justicia hace casi seis años, continúa siendo la primera opción para el futuro Palacio de Justicia.
"Mantenemos nuestro ofrecimiento porque creemos que es la mejor opción", refirmaba el alcalde hace unos días durante la inauguración de otro edificio del que se llegó a especular que podría ser el espacio judicial común: Can Bauzà, del que aún quedan por reforman seis plantas. "No, no está previsto ofrecer al Ministerio Can Bauzà, queremos terminar con el diseminado de juzgados y eso creo que solo se resuelve con el espacio previsto en la calle Pilar".
Diseminados
Y es que actualmente los juzgados de instrucción de Manacor están divididos en tres edificios diferentes y separados. El primero y principal está situado en la plaza Font i Roig, junto al claustro municipal y de hecho es una donación temporal del consistorio, que en el caso de que finalmente el Ministerio de Justicia construyera un nuevo edificio, pasaría a ser de nuevo municipal, con todos los beneficios que comportaría en un lugar tan céntrico.
El segundo de ellos está en el carrer Major, muy cerca de la oficinas municipales, mientras que el tercero, que es pese a estar en una finca el que consta últimamente de mayor actividad, se concentra en la calle Jaume II, a escasos metros del mencionado Can Bauzà.
Tras una modificación puntual del planeamiento urbanístico durante la legislatura 2007-2011 (siendo alcalde Toni Pastor entonces del PP), el ayuntamiento de Manacor procedió a la cesión al ministerio de Justicia, de un solar de 4.595 metros cuadrados de superficie en la calle Pilar (junto a la Ronda Felanitx) para resolver la insuficiencia de espacios. En principio el nuevo palacio podría doblar las dependencias y acoger hasta doce juzgados (por los seis que existen actualmente). También estaba previsto que pudiera aumentar su edificabilidad, a través de una modificación del plan urbanístico, con el objetivo de levantar un gran complejo.
A pesar de que el convenio expiró a principios de este año tras cinco de vigencia, el alcalde Rosselló mantiene la esperanza de retomar las negociaciones con Madrid para que se asigne cuanto antes una partida que pueda hacerlo efectivo. "De esta manera también podríamos recuperar el actual edificio (de la plaza Font i Roig), que pasaría a ser municipal", agrega Rosselló. El Govern balear por su parte siempre ha expresado su predisposición a colaborar, aunque de momento la buena voluntad no ha cristalizado.
