"Un altre Manacor és possible". De esta manera, el exalcalde de Manacor, Miquel Oliver (ejerció el cargo durante 144 días, al inicio de la presente legislatura), defendió ayer la presentación de una veintena de alegaciones al siempre controvertido, y eterno, nuevo Plan General de Manacor. Su partido, la coalición integrada por Més-Esquerra, aboga por "una ciudad compacta". En esta línea, considera que "se han de evitar al máximo las nuevas viviendas más allá de las rondas de Manacor y reavivar el centro".

Propone que la urbanización del Puig de Son Talent "mantenga la edificabilidad que le dan las Normas Subsidiarias en lugar de doblarse como prevé el Plan General". Por otro lado, el urbanizable A4 (Fartàritx-Torre Florida) "prevé 275 viviendas en el exterior de la Ronda del Port. Proponemos que la edificabilidad se concentre en el entorno de los molinos de Fartàritx, que toda la zona de Torre Florida [junto al nuevo centro de Rafa Nadal] sea suelo rústico, y que vista la complejidad de la situación, la gestión urbanística de este ámbito se haga por cooperación en lugar de compensación". A su vez, el urbanizable A2 (antiguo polígono 1-22) "prevé la construcción de 223 viviendas también en el exterior de las rondas, en este caso la Avinguda del Parc. Proponemos que sea clasificado también como suelo rústico toda esta zona que tiene Plan Parcial aprobado de 1991 pero que en 25 años no ha avanzado".

Para evitar la evidente degradación de buena parte del centro y volverlo a hacer atractivo para vivir, Més-Esquerra sugiere que el Núcleo Antiguo (RE-NA) "en lugar de tener la densidad en el IUR 1/120 pase a IUR 1/80 y se hagan viables viviendas más pequeñas adaptadas a modelos familiares del siglo XXI".

La coalición ecosoberanista-republicana reconoce que "la anterior medida tiene poco sentido si no se impulsa una acción de esponjamiento en la zona de s'Antigor que permita crear plazas de aparcamiento. "Se trataría de un tercer aparcamiento que cerrrase un triángulo entre plaza de Sant Jaume, plaza de na Camel·la y s'Antigor".

En cuanto a la polémica zona BIC del centro, Més-Esquerra aboga por la redacción de un plan que, entre otras cosas, "individualice cada caso y especifique cuáles son los elementos protegidos en cada inmueble y qué es lo que se puede o no hacer".

Respecto a la creación de un pequeño urbanizable en el camino de Bendrís, para enlazarlo con una gran zona verde alejada del pueblo, "no tiene ningún sentido en términos de movilidad". Por ello, reclama la supresión de este urbanizable y mantener como suelo rústico este terreno anexo".

A su vez, Més-Esquerra quiere una ciudad "redimensionada". Cabe tener en cuenta la espectacular reducción del techo poblacional: de 180.000 (sin contar Cales de Mallorca) a 70.000. Entre sus peticiones, "suspender la ampliación del polígono industrial y que esta parte del urbanizable A7 pase a ser suelo rústico" y que tanto na Xicamunda (UA-A09) como el espacio entre el Lidl y el hipódromo (UA-A04) "pasen a ser suelo rústico".

En relación a los otros núcleos, Més-Esquerra desea que el edificio de ca ses Monges de Son Macià sea contemplado como equipamiento.

En Cales de Mallorca, "más allá de un vial conector con Cala Murada, no se prevé nada para mejorar y reavivar el núcleo con más plazas hoteleras del municipio, por lo que hay que reflexionar y aportar soluciones y mejoras".

De Porto Cristo, Més-Esquerra solicita que la zona Andrea Dòria hasta el Hospital de Llevant salga del urbanizable y sea clasificada como suelo rústico. En el área del Carreró-Riuet también propone cambios en las previsiones, mientras que en Cala Anguila, una parcela de más de 70.000m2 "debería continuar como rústico".