El equipo de gobierno integrado por Més, El Pi y PSOE aprobó ayer al mediodía, en sesión extraordinaria, el Plan Económico Financiero. La oposición, PP, ASI y Sí se puede, se abstuvo.

Los gobernantes explicaron que los objetivos son cumplir con las normas y leyes y respetar las reglas de gasto. En esta línea, el pacto reitera que el estado de las arcas municipales, "herencia de más de veinte años de PP en el poder", es delicado. La deuda municipal llegó a superar hace pocos años los 60 millones de euros. En estos momentos es inferior a los 40. En consecuencia, sigue habiendo férreas limitaciones y ello afecta a toda una serie de iniciativas que se ven frenadas puesto que desde Madrid se da prioridad a aquellas inversiones sostenibles.

El concejal de Hacienda y Función Pública, Jaume Julià Oliver (PSOE), consultado por este diario aclaró que en el último Consejo de Ministros se autorizó un máximo de 1,3% de incremento del capítulo 2 (gasto corriente). En la parte final de la anterior legislatura, llevando las riendas el PP, se registró un superávit, sumándose alrededor de 428.000 euros. Ahora esta cantidad se ha regularizado y ajustado (430.000 declarados como crédito no disponible).

Oliver remarca que "el presupuesto de 2016 no se ve menguado ya que pasa lo contrario, la cantidad rebasa los 700.000 euros". Cabe tener en cuenta el millón de euros que el Consell de Mallorca ha anunciado que concederá al ayuntamiento de Llucmajor dentro del potenciado Plan de Obras y Servicios. Se prevé mejorar la escoleta e instalaciones municipales, adecuar las gradas del campo de fútbol de s'Arenal, instalar placas solares sobre el pabellón del polideportivo de Llucmajor, llevar la reivindicada agua potable hasta s'Estanyol y Son Bieló, eliminar barreras arquitectónicas y riesgos en caminos rurales, entre otras obras. El PP cuestionó las formas y una serie de supresiones de partidas.