La resolución de Alcaldía por la cual se adoptan medidas cautelares contra José Antonio Navarro recoge los argumentos para justificar la suspensión provisional de sus funciones y para evitar su reingreso inmediato en el cuerpo. En primer lugar, el Ayuntamiento considera que el "rango jerárquico" de Navarro "implica la posibilidad de que pueda influir en la organización policial y dificultar el desarrollo de las investigaciones en curso". Además, el Consistorio recuerda que los delitos de los que se acusa al ex jefe policial -entre los que figuran el de prevaricación, extorsión y uso de información privilegiada- son "altamente reprobables socialmente en cuanto a la multiplicidad de los perjuicios ocasionados con la indiciaria corrupción". El gobierno municipal recuerda también el "perjuicio producido hacia la confianza ciudadana en sus instituciones y en la rectitud de la actuación policial". En este sentido, el Ayuntamiento lamenta el "mal injusto" ocasionado a la imagen de la Policía Local, "en perjuicio de sus propios compañeros". El Consistorio invoca, por último, las medidas cautelares del juez (órden de alejamiento).