Operarios de la conselleria de Medio Ambiente estuvieron durante el día de ayer intentando eliminar la máxima cantidad de vertido del parque natural de s'Albufera así como de las fincas de Son Bosc. Con ayuda de una bomba hidráulica succionaron parte de las aguas fecales.

Lo que no ha podido ser eliminado está siendo absorbido por parte del terreno. Esto puede provocar un exceso de nutrientes en el acuífero y en las aguas en superficie lo que supone un riesgo para la calidad del hábitat. Los técnicos no han podido evaluar aún el alcance de contaminación que se ha producido.

Fuentes del GOB sostienen que, en principio, la afectación al acuífero sólo puede perjudicar a algún vecino próximo que tenga pozos. Sin embargo, por lo que se refiere a la afectación en la superficie, los técnicos del grupo ecologista advierten de que "se trataba de un hábitat básicamente de arena, con muy pocos nutrientes, por ello un exceso de los mismos evidentemente provocará un cambio en la flora del lugar".

Reparación

Los operarios efectuaron también la reparación de la conducción de agua fecal que había producido el vertido. A medio día se efectuaron las pruebas pertinentes y se restableció el funcionamiento normal, una vez comprobado que no había nuevas pérdidas.

Una rotura de la antigua tubería de aguas residuales de Can Picafort a la depuradora de Platja de Muro, a su paso por la zona de Son Bosc, fue la que provocó uno de los vertidos más importantes que ha sufrido el parque natural de s'Albufera, afectando directamente tanto a los terrenos de Son Bosc como a las lagunas de s'Illot.

Se trata de un importante suceso que se ve agravado por la sobrecarga turística que padecen las zonas costeras de Muro y Santa Margalida durante la temporada estival alta y los problemas hídricos por la falta de agua y la sequía que azota la isla, así como la contaminación orgánica de los diferentes sistemas de depuración.