Miembros del Club Newton ofrecieron hace unos días a través de sus potentes telescopios, la posibilidad de que hasta 150 personas pudieran contemplar desde la ermita de la Mare de Déu del Roser de Manacor, uno de los mayores espectáculos que ofrece el cielo en agosto: las Llàgrimes de Sant Llorenç. Un primer paso para llenar de nuevo de vida el enclave.