A medio camino entre un canto etílico-mitológico, una verbena popular y un saludable ejercicio de sarcasmo ciudadano, un año más la celebración del Much del Reig de Sineu demostró su singularidad dentro del calendario festivo de la part forana. Lo hizo de forma masiva, con una afluencia de público superior a la de las últimas ediciones, que hizo que todo el pueblo se tiñera de rosa, el color fetiche de esta fiesta.

La jornada maratoniana de festejos empezó bien temprano. Sobre las diez de la mañana, arrancó la romería al Puig de Reig, con una simbología especial para los sineuers. Dicta la leyenda que, en su interior, hay un tesoro. Para encontrarlo, explica la tradición, no hay que recurrir ni a mapas ni a conjuros mágicos. Basta con dar tres vueltas seguidas sobre sí mismo, con aceite de oliva en la boca. En ese momento, cumplimentado el ritual, saldrá un toro de dentro de la cueva que conducirá al afortunado hasta el tesoro.

Y, sí, ayer salió el Much, pero no vino acompañado de riquezas, sino de un gran sentimiento de euforia que invadió Sineu. La muchedumbre rosa y agitada se congregó en la plaza del Ayuntamiento, generando impresionantes escenas de masificación como las que se ven cada año en los Sanfermines. Reforzando aún más este paralelismo, en el marco del sarcástico ritual de fiestas, hubo incluso un Muchinazo, como el chupinazo de Pamplona. El sarcasmo no faltó tampoco en el pregón, que corrió a cargo del glosador Mateu Xurí. La puesta en escena tomaba como referente el célebre canto de la Sibil·la, que, en estos días de abigarrado agosto, podría clamar contra la saturación que comprime la isla, ironizó Xurí.

Luego, vino la hora de comer, que sirvió como intermedio para los platos fuerte de la tarde. Entre ellos, otro de los exponentes de la liturgia muchiana: un particular Encontre, en el que se encontraban el Much y la Muca. Siguieron otros juegos populares y una parodia de elecciones, muy apropiadas en estos tiempos de urnas semestrales. Y todo, en un ambiente de algarabía rosa para celebrar el achicharrante ecuador de agosto.