La Policía Local de Calvià creó una unidad canina con el supuesto interés de utilizar a los perros para localizar droga en los registros que se realizaban en los locales. Sin embargo, los investigadores creen que los responsables de la Policía utilizaban esta unidad, no con la intención de buscar droga, sino de transmitir mensajes a determinados empresarios nocturnos que se quejaban del trato de favor que recibían algunos locales con respecto a otro.
Para hacer prácticas con los perros, la Policía Local de Calvià solicitaba muestras de droga a las autoridades sanitarias. Recibían muestra de droga de intervenciones policiales, que se documentaba y se guardaba en una caja fuerte que tenía la Policía Local.
A raíz del incidente del vídeo del bar, el juzgado ordenó que se inspeccionara dicha caja fuerte, al tiempo que se solicitó que se acreditara qué sustancias y que cantidad se había remitido a la Policía Local de Calvià para realizar estas prácticas. La droga hallada en la caja fuerte en nada coincidía con las sustancias remitidas por Sanidad. Ningún responsable de esta unidad canina pudo dar una explicación coherente de esta disparidad de cifras.
El experto que se contrató en Calvià, que debía adiestrar a los perros especializados en la búsqueda de droga, confirmó que apenas se realizaban pruebas de entreno con los dos animales. Se comprobó también que los dos animales comprados no tenían condiciones para esta labor de búsqueda de sustancias.
